¿Conoces este disco de papi con Johnny Rodríguez y su trío?: Ansonia Records y Puerto Rico [Primera Parte]

23 de noviembre de 2021
Escrito por el Dr. Mario Cancel-Bigay

Versión libre al español de Israel Sánchez-Coll

“En la casa de Ralph Pérez”. Colección Fotográfica de Justo A. Martí, 1948-1985. Archivos de la Diáspora Puertorriqueña, Centro de Estudios Puertorriqueños, Hunter College, CUNY. Nueva York

“En la casa de Ralph Pérez”. Colección Fotográfica de Justo A. Martí, 1948-1985. Archivos de la Diáspora Puertorriqueña, Centro de Estudios Puertorriqueños, Hunter College, CUNY. Nueva York

Nota del editor: El siguiente ensayo pertenece a una serie que explora la historia de Ansonia Records, un sello discográfico familiar e independiente fundado en la ciudad de Nueva York en 1949. El catálogo de Ansonia, recientemente digitalizado, cuenta con una impresionante e influyente colección de música puertorriqueña. Música jíbara rica, merengue dominicano y otros géneros musicales folclóricos y populares de toda América Latina. Investigaciones posteriores sin duda descubrirán el papel que jugaron Pérez y el sello Ansonia en el desarrollo de la música latina dentro de la industria discográfica. Vea a continuación la serie completa.

Nota del autor: Agradezco mucho a mi mentor Kevin Fellezs, Souraya Al-Alaoui, Jhensen Ortiz y Néstor David Pastor por los muchos intercambios de ideas, a mi esposa Edline Jacquet por su apoyo y amable retroalimentación, y a la familia de Millito por su amor.

“¿Conoces este disco de papi con Johnny Rodríguez y su trío?” Nunca había sido fanático de los boleros, incluso cuando presentaban a mi mentor Emilio 'Millito' Cruz. Virtuoso de la guitarra clásica, Millito también dominaba el cuatro puertorriqueño. Entre otras cosas, había sido solista en el estreno de los dos únicos conciertos para guitarra nacional y la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico: el Concierto Criollo para Cuatro y Orquesta Sinfónica de Ernesto Cordero y Paisajes de Sonia Morales (1). Aunque llegué a amar algunos boleros (siempre me conmovieron “Madrigal” de Felipe Rosario Goyco y “Yo era una flor de Sylvia Rexach”), la mayoría me parecieron terriblemente deprimentes y llenos de clichés románticos. Además, actuando con Millito desde los trece años, cuando me convertí en su alumno en la Escuela Libre de Música de Hato Rey, había participado en innumerables bohemias. Luego, en medio de copas de vino, mi maestro y sus seguidores invariablemente terminaban cantando muchos boleros. Demasiados.

“¿Sabes de este disco donde está tocando papá con el trío de Johnny Rodríguez?” Si fue Enid o su hermana menor Nicole quien hizo esta pregunta, no lo recuerdo. Su hija Enid me había invitado a actuar durante un homenaje a Millito realizado por la Fundación Nacional para la Cultura Popular en el Viejo San Juan. Mientras Puerto Rico lloraba el fallecimiento de un destacado músico, muchos aún recordaban a Millito por sus actuaciones con la diva Lucecita Benítez en las décadas de 1970 y 1980, y su “¡Suénalo, Millito!” [¡Haz sonar ese cuatro, Millito!] (2)—Enid y Nicole lloraron la muerte de su padre. Yo, a mi vez, lamenté la muerte de un hombre a quien llegué a estimar mucho.

Fichas negras - Johnny Rodriguez y su Trio (izquierda-derecha Lalo Martínez, Johnny Rodríguez y Manuel Jiménez)

Unos días después, estaba de regreso en “casa” en la ciudad de Nueva York. Me acompañaba mi cuatro, y una copia de Johnny Rodríguez y su trío. Mientras escuchaba el CD, me saludó un Millito desconocido: un músico de diecinueve años que tocaba los complejos arpegios y escalas de un requinto y cantaba una tercera voz. Nos habíamos conocido en 1996. Ahora, era 1959. 1959 en 2018. El primer álbum de Millito había sido lanzado por Ansonia Records.

Sin embargo, pasarían algunos años antes de que notara la compañía discográfica. El 21 de octubre de 2020, recibí un correo electrónico:

Mi nombre es Souraya Al-Alaoui y me comunico en nombre de Ansonia Records. . . Te contacto porque me encontré con tu artículo sobre el 'Lamento Borincano' (3) de Rafael Hernández y me preguntaba si podrías estar interesado en escribir sobre algunos álbumes para nosotros, específicamente de nuestros artistas y álbumes de música jíbara, como Ramito, Chuito, La Calandria, etc.

Yo estaba muy emocionado. Como cuatrista y cantautor había crecido escuchando a Flor Morales Ramos “Ramito” y Jesús Sánchez Erazo “Chuíto el de Bayamón”. ¿Cuántas veces no había tocado estilos de música jíbara como un seis mapeyé, un seis chorreao, un seis celinés, un seis fajardeño, un seis llanero, un seis con décima o un aguinaldo orocoveño o cagüeño acompañado de la guitarra y el güiro? Y Ramito y Chuíto las cantaron todas como dos de los grandes intérpretes del repertorio campesino. ¿Cuántas veces había cantado “Qué bonita bandera” de Ramito junto con miles de puertorriqueños en Puerto Rico y la ciudad de Nueva York, una canción que celebra nuestra bandera y cultura nacional? Además, estos artistas también se habían cruzado en el camino de Millito. En un video de Youtube de la década de 1970 visto hasta ahora por 422,568 espectadores, se puede ver a mi maestro, junto al cantautor puertorriqueño de nueva canción Alberto Carrión, acompañando a Chuíto el de Bayamón (4).

Estaba emocionado por la solicitud de Souraya pero también preocupado. Mi experiencia, y el tema de mi disertación entonces como estudiante de posgrado en el Programa de Etnomusicología de la Universidad de Columbia, no fue sobre la música jíbara. Se trataba de la nueva canción puertorriqueña, un movimiento anticolonial y de izquierda nacido en las décadas de 1960 y 1970 desarrollado por cantautores/poetas/activistas socialmente conscientes cuyo compromiso con la justicia social y la descolonización los había llevado a ser vigilados por el régimen colonial de Puerto Rico. (ver Marrero 2018). Si bien el repertorio de la nueva canción estaba indisolublemente ligado a la música jíbara y otros géneros musicales nacionales y mundiales, seguían siendo dos cosas muy diferentes.

Sin embargo, intrigado por el correo electrónico de Souraya, revisé mi colección de CD y LP. Me di cuenta de que la mayoría de mis CD con Ramito en realidad habían sido lanzados por el sello puertorriqueño con sede en la ciudad de Nueva York. Había adquirido varios de estos gracias a mi amigo e interlocutor, el cantautor puertorriqueño de la nueva canción Américo Boschetti, quien me había conseguido un generoso descuento en una tienda local. También fue entonces cuando vi la palabra “Ansonia” en la portada de Johnny Rodríguez y su trío.

“Sí, me interesaría escribir reseñas de álbumes para Ansonia”.

Reflexionar sobre los discos de Ansonia me ha llevado a escuchar algunas de las formas en que sonaba Puerto Rico y su diáspora desde 1949 hasta 1989. También me ha llevado a escuchar las formas en que mi propia vida se entrelaza con estas canciones. La historia que vengo contando, y que continúa a continuación, es la historia de estos puntos de encuentro: ese espacio donde la corriente bifurcada de la historia puertorriqueña se encuentra con la marea de las experiencias de mi vida.

Aunque estaba familiarizado con Ramito y Chuíto, escribir reseñas de álbumes para Ansonia fue revelador de muchas maneras. Por un lado, descubrí nuevos aspectos de estos trovadores y de la música jíbara en general. De Chuíto supe que había actuado en Nueva York, Boston, Chicago, Nueva Jersey, Hawái, España, Cuba y otras ciudades latinoamericanas (Rodríguez León 1979: 57) grabando más de cuarenta LP (Malavet Vega 2015: 346). Al escuchar con más atención su música, también llegué apreciar sus obras más allá de sus ingeniosas letras; sus ricos arreglos en el cuatro y desarrollados por Ladislao “Ladí” Martínez (de quien hablaremos más adelante) fueron clave en su repertorio. De Ramito supe que, junto a sus hermanos Luis Morales Ramos “Luisito” y Juan María Morales Ramos “Moralito”, había actuado no solo en Estados Unidos, sino en Cuba, República Dominicana y México, entre otros países. En efecto, según Jesús Vera, Ramito había actuado en una veintena de repúblicas latinoamericanas y una treintena de estados de Estados Unidos, incluido Hawái (2002: 39-40). Me sorprendió que la música jíbara tuviera un atractivo tan global y, sin embargo, como se hará evidente, las experiencias de Ramito y Chuíto no fueron únicas.

Caguas - Ramito

Mi investigación también me llevó a descubrir que algunos seis no eran tan antiguos como pensaba originalmente. En mi mente, todos los seis habían sido creados en el siglo XIX. Estaba equivocado. El seis llanero, por ejemplo, uno de los más de noventa seis existentes —aunque solo cuarenta y cinco siguen tocándose regularmente (Bofill-Calero 2013: 48-49)— había sido compuesta por Ramito y Tuto Feliciano en 1953 (5). Ramito había publicado este seis en El Cantor de la Montaña Vol. 1 (1958). Se puede apreciar en las pistas.

“Quererte como te quiero” y “Mensaje a la mujer”. Me gustaba especialmente este seis. En 1972, el cantautor puertorriqueño de la nueva canción Andrés Jiménez había cantado letras revolucionarias al mismo material melódico en “¡Coño, despierta boricua!”. Si la letra de Ramito se preocupaba por alabar la belleza de la mujer, la de Andrés, escrita por Francisco Matos Paoli, Andrés Castro Ríos y Guarionex Hidalgo Africano, llamaba a la descolonización y a la revolución de Puerto Rico (ver Cancel-Bigay 2021: 180-202). Mientras escribía mi reseña del disco de Ramito, me preguntaba qué habría pensado el trovador al respecto. Después de todo, él no era partidario de la independencia de Puerto Rico de los Estados Unidos. De hecho, como señaló Licia Fiol-Matta, a lo largo de la década de 1950, Ramito y otros trovadores como Ernestina Reyes “La Calandria”, habían participado en giras de buena voluntad a los Estados Unidos en apoyo del Estado Libre Asociado de Puerto Rico proclamado en 1952 por el gobernador Luis Muñoz Marín (2017: 121-170) (6). Conocido en la Isla como el “Estado Libre Asociado”, una remezcla de este estatus colonial reformado continúa persistiendo en Puerto Rico. Si sus cualidades democráticas y reclamos de autonomía local siempre fueron sospechosas dada la presencia de las instituciones militares y federales estadounidenses en Puerto Rico, y la subordinación económica de la Isla a los intereses estadounidenses—resultados todos de la invasión estadounidense de 1898—la creación de la Junta de Control Fiscal en 2016 ha reducido aún más el nivel de autonomía y gobierno democrático supuestamente otorgado a la Isla. Es, al fin y al cabo, la citada Junta, órgano político no electo, que tiene la última palabra en los asuntos internos del país.

Escribir reseñas de discos para Ansonia también me llevó a profundizar en el trabajo de La Calandria. Aunque estaba algo familiarizada con ella, en 2017, como parte de mis estudios de posgrado, tuve la fortuna de leer The Great Woman Singer de Fiol-Matta, donde se dedicó un capítulo completo a la cantante, —ahora tuve la oportunidad de escucharla más cuidadosamente. Estudiando su disco Brisas navideñas (1960), me llamó la atención su poderosa voz, la poética de temas como “Sólo tú y yo” (una seis milonga en su tonalidad mayor) y “Por un beso” (un son montuno). También me asombró la forma en que buscó desafiar el estereotipo de la mujer como débil y dependiente de los hombres en “El que se va no hace falta”. La Calandria, al igual que Ramito y Chuíto, también había tenido una carrera exitosa. Como destacó Miguel López Ortiz de la Fundación Nacional para la Cultura Popular, grabó cuarenta y cinco álbumes, estuvo de gira extensamente en los teatros hispanos de Nueva York, Nueva Jersey, Chicago y Filadelfia, actuando también en Hawái (7), donde el colonialismo había provocado la migración de alrededor de cinco mil trabajadores puertorriqueños contratados hacia las plantaciones azucareras de principios del siglo XX (8).

Brisas Navideñas - La Calandria

Esdrújula - Germán Rosario - Toñito Ferrer y sus Jíbaros Modernos

Pero el catálogo de música jíbara de Ansonia iba más allá del famoso “trío” de Ramito, Chuíto y La Calandria. También incluía a Germán Rosario, el jíbaro de Yumac (siendo Yumac el pueblo de Camuy escrito al revés). Durante la década de 1960, mi compositor favorito de música jíbara había lanzado dos discos para Ansonia: Germán Rosario Vol. 1 y Germán Rosario Vol. 2. El volumen 1, disponible a través de Bandcamp, incluye la ingeniosa y líricamente sofisticada “Esdrújula” y el antiimperialista aguinaldo jíbaro “A Puerto Rico”: “Oh, Borinquen bella/quiero saludarte/bajo el estandarte/de una sola estrella”. Germán también tuvo una influencia global. Según Michael Birenbaum Quintero, su música, junto con la de otros artistas jíbaros, tuvo un gran impacto en la música afrocolombiana conocida como champeta (2018: 14). Al igual que Ramito, Germán también se superpondría con la nueva canción puertorriqueña. En 1971, el dúo Pepe y Flora, conocido por su música de protesta y su activismo político en Puerto Rico y la ciudad de Nueva York, acredita a Germán como el autor de su “Controversia”, publicada en su álbum Tengo Puerto Rico en mi corazón (Paredón 1971). Curiosamente, el mismo dúo había reutilizado la plena de Ramito, “Qué bonita bandera”, editado por Ansonia Records en Acontecimientos (1971), al incorporar letras revolucionarias anticoloniales como se escucha En la lucha (Disco Libre circa 1972). Lo mismo hizo el grupo de la nueva canción Taoné más tarde en su álbum Cantos de lucha de Puerto Rico lanzado en 1976 por Discos NCL.

El Paquetero - Odilio González

Además de Germán, el catálogo de Ansonia incluía a Odilio González, el jíbaro de Lares, y Baltazar Carrero, artistas de los que sabía muy poco. Entre 1960 y 1962, Odilio editó tres discos con Ansonia: Ni de madera son buenas, El jibarito de Lares, Vol. 2 y Ecos del pasado. En algún momento de la década de 1960, después de dejar de trabajar con el sello, Odilio pasó de cantar música jíbara y plena a boleros. Sus boleros se convirtieron en “Himnos de la máquina de discos” (Ramos 2019: 170; mi traducción), transformando a Odilio en una gran estrella en Colombia, Ecuador, Venezuela y República Dominicana (9). Tan impactante fue este jibarito de Lares en la cultura dominicana, por ejemplo, que según Miguel López Ortiz, es considerado una figura clave en el surgimiento de la bachata dominicana junto a los cantantes puertorriqueños José Miguel Class (El Gallito de Manatí), Rafaelito Muñoz y Emilio Quiñones (2007 [1998]: 129). Otros artistas jíbaros que grabaron con Ansonia son Toñín Romero, el ya mencionado José Miguel Class, Joaquín Mouliert y Luis Miranda “Pico de Oro” quien, según el catálogo del sello —compartido en privado con el investigador— editó al menos cinco discos con Ansonia.

Si algunos de los cantantes jíbaros grabados por Ansonia habían moldeado mi imaginario musical mientras crecía en Puerto Rico y mi adultez en la ciudad de Nueva York, también lo hicieron los cuatristas que grabaron en estos discos. Entre ellos se encontraban Nieves Quintero, considerado uno de los cuatristas más influyentes del siglo XX junto con Ladislao “Ladí’ Martínez y Joaquín Rivera Gandía (ver Sotomayor Pérez 2013: 200-207). Conocí a Nieves Quintero por sus aportes a la nueva canción puertorriqueña. Conocí a Nieves Quintero por sus aportes a la nueva canción puertorriqueña. Fue el cuatrista destacado en la Canción del pueblo (Disco Libre 1972) del Grupo Taoné, y el primer disco de Andrés Jiménez Como el filo del machete (1972), donde interpretó el seis llanero de Ramito y Tuto Feliciano al mencionado “¡Coño, despierta boricua!”. Este último, que lo pude comprar en Ebay, es un método para guitarra y cuatro donde Nieves Quintero enseña al oyente cómo afinar el instrumento y cómo tocar correctamente los acordes.

Un Viejo Enamora'o - Chuito y Natalia

También conocía al mencionado Ladislao “Ladí” Martínez. Cuánto disfruté tocando con Millito su mazurca “Natalia” en el característico tempo de vals, particularmente en la tercera sección, cuando la tonalidad menor daba paso a un radiante Re mayor. El primer cuatrista en tocar el cuatro contemporáneo de cinco cuerdas dobles en la radio en 1922 durante la inauguración de WKAQ, la primera estación de radio de Puerto Rico (Sotomayor Pérez 2013: 203) (10), Ladí también fue un brillante arreglista. Sus arreglos de cuatro en Chuíto y Natalia (Los decanos de los cantores) lanzado en 1965 son alucinantes. Los cuatros armonizados tocan un material melódico particular cuando Chuíto canta sus décimas—el característico poema octosílabo de diez versos cantado al seis (11) —y otra melodía cuando Natalia Rivera responde con sus propias décimas. Además, para adaptarse a los registros vocales de los cantantes, varias canciones se modulan de un tono a otro.

Otro cuatrista que grabó con Ansonia fue Yomo Toro, a menudo descrito como el Jimi Hendrix del cuatro. Durante la década de 1970, Yomo se convertiría en el cuatrista más emblemático de la salsa gracias a su colaboración con Fania Records. La incursión de Yomo en el mundo de la salsa fue bastante fortuita. Según el cuatrista, le habían pedido que llevara una guitarra eléctrica a una sesión de grabación con Héctor Lavoe y Willie Colón. En cambio, para deleite de Willie Colón, trajo el cuatro (ver Mirós 2014: 379-380) (12). En el catálogo de Ansonia, Yomo aparece acreditado como el ejecutante del requinto en Recuérdame (año desconocido) de José Antonio Salamán.

Según Gerry Glass, nieto del fundador del sello Ralph Pérez, el cuatrista, maestro y artesano Efraín Ronda también grabó con Ansonia. Supuestamente fue uno de los primeros artistas en grabar para Ideal Record Sales, como se conocía a la compañía cuando era copropietario de Steven Rodríguez (Martínez Torre 2002: 47). De hecho, según una pegatina para un lanzamiento de 78 rpm de Ideal Record Sales, compartida por Ansonia Records, Efraín colaboró como compositor, aunque los detalles siguen siendo turbios. Parece haber sido parte del Conjunto Ideal (13). No se puede subestimar la importancia de Efraín para la cultura puertorriqueña. Él publicó el primer método para el cuatro puertorriqueño en la ciudad de Nueva York en 1933. La Antorcha, escrito en inglés y español —Efraín tenía estudiantes irlandeses-estadounidenses (Murray Irizarry: 2014: 188)—, enseñaba a tocar el cuatro de cuatro cuerdas (llamado “primitivo”) y la versión contemporánea del cuatro que consta de cinco cuerdas dobles (llamado “moderno” en el método) (ver Ruiz-Caraballo 2015: 36-37).

También cabe destacar que el guitarrista y cuatrista Juan Sotomayor, uno de los cofundadores de El Proyecto del Cuatro Puertorriqueño y autor de Cuerdas de mi tierra (2013), también grabó con Ansonia en la década de 1950 como primera guitarra del Trío Los Duques (14). Finalmente, Maso Rivera, conocido por una prolífica carrera y por su uso de cuatros de diferentes tamaños, también grabó para el sello. Según el catálogo de Ansonia, acompañó a Ramito en El comienzo y Las raíces de Ramito (años desconocidos).

Pero si bien el catálogo de música jíbara de Ansonia ya representaba una gran contribución a la historia política y cultural de Puerto Rico, pronto descubrí que había mucho más en la descripción que el hermoso “le-lo-lai” que tanto me conmovió.

Notas

  1. El concierto de Cordero había sido interpretado por Millito en Cuba en 1986 mientras que el de Morales se estrenó en Dayton, Ohio, en 1997.
  2. Se puede escuchar la expresión de Lucecita cuando canta la canción antiimperialista de Pepe Castillo, “La verdad”, también conocida como “Le-lo-lai”: https://www.youtube.com/watch?v=SslhaCi5Gvo
  3. Se puede acceder al artículo aquí: https://www.loc.gov/static/programs/national-recording-preservation-board/documents/LamentoBorincano.pdf
  4. https://www.youtube.com/watch?v=4kwQVibL4u0
  5. http://cuatro-pr.org/node/212. Véase también López Cruz 1967, para más información sobre el seis.
  6. Chuíto, por su parte, era partidario del ideal político que buscaba hacer de Puerto Rico un estado de los Estados Unidos (Rodríguez León 1979: 58).
  7. https://prpop.org/biografias/ernestina-reyes-la-calandria/
  8. Ver Darde Gamayo: https://centropr.hunter.cuny.edu/centrovoices/chronicles/how-first-puerto-ricans-arrived-hawai’i-island
  9. Ver: https://prpop.org/biografias/odilio-gonzalez/
  10. Vale la pena señalar, sin embargo, que Rivera Gandía fue el primer cuatrista en grabar con el cuatro de cinco cuerdas dobles en 1916 (Sotomayor Pérez 2013: 198).
  11. La décima sigue el esquema de rima abbaaccddc.
  12. Yomo parece referirse al disco Asalto Navideño lanzado por Fania Records en 1971.
  13. Ewin Martínez Torre confirma que el Conjunto Ideal formó parte del catálogo de Ideal. El sello también incluía al Conjunto de Pepo Talavera, Orquesta Tropical, Orquesta Havana Riverside, Orquesta de Alberto Rosario, Juan Peña y su Conjunto, Trío René Marqués, Cuarteto Becker y el Cuarteto Coicuría, entre muchos otros (2002: 47).
  14. Ver http://www.cuatro-pr.org/taxonomy/term/1.

Trabajos citados

  1. Alén Rodríguez, Olavo and Ana Victoria Casanova Oliva. 2007 [1998]. “Tras la huella de los músicos puertorriqueños en Cuba.” In La marcha de los jíbaros: 1897-1997. Ed. Cristóbal Díaz Ayala. San Juan [PR]: Editorial Plaza Mayor. 83-112.
  2. Allende Goitía, Noel. 2018. Las músicas de los Puerto Ricos. United States: Ediciones Clara Luz.
  3. Bloch, Peter. 1973. La-le-lo-lai; Puerto Rican Music and its Performers. New York: Plus Ultra Educational Publishers.
  4. Bofill-Calero, Jaime O. 2013. “Improvisation in Jíbaro Music: a Structural Analysis.” Diss. University of Arizona.
  5. Cancel-Bigay, Mario. 2021. “Sounds that Fall Through the Cracks, and Other Silences and Acts of Love: Decoloniality and Anticolonialism in Puerto Rican Nueva Canción and Chanson Québécoise.” Ph.D. diss., Columbia University.
  6. Díaz Ayala, Cristóbal. 2009. San Juan-New York: discografía de la música puertorriqueña 1900-1942. Colombia: Publicaciones Gaviota. Dufrasne, Emanuel. 2003. “Plena viaje, plena nueva.” In Musical Cultures of Latin America. Ed. Steven Loza. University of California: Ethnomusicology Publications. 129-142.
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  8. García, David F. 2010. “Contesting that Damned Mambo: Arsenio Rodríguez and the people of El Barrio and the Bronx in the 1950s.” In The Afro-Latin@ Reader. Eds. Miriam Jiménez Román and Juan Flores. United States: Duke University Press. 187-198.
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Etnomusicólogo, cantautor y poeta, Mario Cancel-Bigay nació en Puerto Rico en 1982. Aprendió a tocar el cuatro puertorriqueño, la guitarra nacional del archipiélago, a los doce años en la escuela pública Libre de Música de San Juan. En 2005, obtuvo un B.A. en Lenguas Modernas (Portugués y Francés) de la Universidad de Puerto Rico; en el 2014, obtuvo una Maestría en Estudios Interdisciplinarios en la Universidad de Nueva York; y el 2021, un doctorado en el Programa de Etnomusicología de la Universidad de Columbia. Su disertación se tituló “Sonidos que se escapan, y otros silencios y actos de amor: decolonialidad y anticolonialismo en la Nueva Canción puertorriqueña y la Chanson Québécoise”. Actualmente, es becario postdoctoral en el Departamento de Música de la Universidad de Columbia. Está felizmente casado con su esposa haitiano-estadounidense Edline Jacquet, y es el orgulloso padre de una niña puertorriqueña-haitiana llamada Gabriela.

Leer: El legado de Ralph Pérez y Ansonia Records en la música latina - Escrito por Néstor David Pastor http://www.herencialatina.com/Ralph-Perez-Ansonia/Ralph-Perez-Ansonia.html

Parte 1: ¿Conoces este disco de papi con Johnny Rodríguez y su trío?: Ansonia Records and Puerto Rico [Parte I] Escrito por el Dr. Mario Cancel-Bigay http://www.herencialatina.com/Johnny_Rodriguez-Ansonia/Johnny_Rodriguez-Ansonia.html>

Parte 2: ¿Conoces este disco de papi con Johnny Rodríguez y su trío?: Ansonia Records and Puerto Rico [Parte II] Escrito por el Dr. Mario Cancel-Bigay http://www.herencialatina.com/Johnny_Rodriguez-Ansoniaii/Johnny_Rodriguez-Ansoniaii.html

La versión de este reportage esta en inglés: ¿Conoces este disco de papi con Johnny Rodríguez y su trío?: Ansonia Records and Puerto Rico [Primera Parte] — The Latinx Project at NYU