RESEÑAS DE CD

 

 

MES DE MAYO 2011

 

COORDINA: ERIC GONZÁLEZ

 

 

 

Raquel Z. Rivera & Ojos de Sofía – Las 7 Salves de La Magdalena – Producción Propia

 

¡Wow! ¡Ésta si me llegó al corazón! En tiempos donde es casi suicida hacer trabajo musicales no comerciales, con una identidad única y con sabor a pueblo, la cantante y socióloga, Dr. Raquel Z. Rivera, nos sorprende con una joya de nombre “Las 7 Salves de La Magdalena”. Esta es una de esas producciones que penetran el alma y alegran el día.

 

Tal como lo indica el título del compacto, el mismo está dedicado a María Magdalena, descrita por la Dr. Rivera como: “Socia y compañera de andanzas del Jesús histórico. Apóstol de apóstoles, según ciertas tradiciones cristianas. La que Jesús llama plenitud de las plenitudes y consumación de las consumaciones en el texto gnóstico Pistis Sophia. La mujer que lo entendía todo y el discípulo amado, según los evangelios apócrifos. La María cuya importancia no estuvo dictada por la maternidad. La Hija de la Humanidad. Redentora. Ancestro. Amalia Belcán. Todas y ninguna. Una. La mano derecha de la luz. La mano izquierda de la oscuridad. Nuestra Señora de Lexington. La verdad y el camino que habitan en nuestro interior”. Basada en estas emotivas palabras, la Dr. Rivera compuso siete festivos y emotivos temas, que representan ritmos boricuas y dominicanos, incluyendo seis fajardeño (Nuestra Señora de Lexington), bomba Yubá / Sicá (Al pie de la cruz), aguinaldo (Canción de la Magdalena), danzón (Serafín y Salomé), salve jíbara (Salve Reina), y salve/príprí/aguinaldos (La 7ma salve), algunos previamente desconocidos por quien escribe. Todos estos apasionados arreglos fueron interpretados por Bryan Vargas (cuatro, guitarras y bajo), Desmar Guevara (piano, cuá), Alejandro Negrón (cuatro y guitarra), Obanilú Iré Allende Solana (bongó), Sandra García Rivera (voz), Abraham Encarnación (güira), Catarina Dos Santos (voz), Joan D’León-Metz (balseé, mongó, panderos, catá), Juan Carlos Acosta (bajo), Juan Gutiérrez (barriles), y Yasser Tejeda (guitarras).

 

Para los que se preguntan si “Las 7 Salves de La Magdalena” es una grabación de tono altamente religioso, mi respuesta es no, no lo es. Es un trabajo inmensamente intelectual y patronal, de esos que nos recuerdan el folclor de nuestras tierras, nuestras raíces. Ciertamente me recordó mis años jóvenes en Panamá, por su sabor a pueblo y por su sinceridad. Y así es la voz de la Dr. Raquel Z. Rivera: sincera, pero poderosa a su vez. Poderosa, también, es esta producción. (www.ojosdesofia.com) (EEG)

 

 

Machito – El Padrino – Fania / Código

 

Hace algunos años, mientras leía los nombres de los colaboradores de una prestigiosa revista cibernética sobre música afro-caribeña, al ser los susodichos cuestionados sobre cuál era su orquesta preferida, la gran mayoría respondieron: “Machito”. No estoy seguro si yo hubiese dado la misma respuesta, y, de no hacerlo, me sentiría algo culpable, como si fuese un ignorante. Pero Machito es un ídolo de nuestra música, un gigante que nunca morirá, un verdadero Dios musical que vivirá para siempre entre tantos falsos profetas. Su legado musical, así como también sus años en el Palladium, junto a Puente y Rodríguez, son irremplazables. Y parte de ese magnifico legado se encuentra en la fabulosa colección justamente titulada “Machito: El Padrino”

 

Esta importante recopilación consta de dos compactos, el primero incluyendo 23 temas y el segundo 21. En los mismos, Código, quien además de ser dueño del sello Tico y otros sellos con los que Machito grabó con su orquesta, nos brinda muestras de los LPs Mucho Mucho Machito, Latin Soul Plus Jazz (conocido también como Kenya), ¡Tremendo Cumban!, Íntimo y Sentimental, Esta es Graciela, Mambo Caravan, Cha Cha Cha at the Palladium, Machito with Flute to Boot, Machito’s Variedades, Soul of Machito, Mi Amigo Machito, Irving Berlin in Latin America, This is Machito and his Afrocubans, Machito Presents Fluta Nova by Mauricio Smith, Si- Si No-No, A Night Out, Asia Minor, y Machito Inspired. Se incluye, por supuesto, el número “Tanga”, que se dice creó la corriente del jazz latino, así como también la gran Graciela con algunas de sus piezas picantes, como “El Abanico”, “Ay, José”  y “Si-Si, No-No”. Si existe justicia en el mundo, algún día alguien producirá una colección especial honrando a esta gran cantante cubana, recientemente fallecida. Además se presentan temas de Machito con Herbie Mann y Marcelino Guerra.

 

Felicitaciones a Código por mantener la herencia de Francisco Raúl Gutiérrez Grillo – Machito – vigente. Para los que conocemos su música, es un regalo del cielo; para los nuevos oyentes, es la escuela. Con “Machito: El Padrino”, el maestro vive y vivirá por siempre. (EEG)

 

Tito Puente. Grandes Exitos. Fania

 

Para muchos aficionados de la música latina, Tito Puente, representa la esencia misma del swing afro-caribeño. El timbalero y director de orquesta, quien falleció para el año 2000 a sus 77 años, grabó más de 100 álbumes donde exploró todos los estilos posibles, el formato y los géneros; desde los afrocubanos al  tropical.



Ahora, el Sello Fania se enorgullece de presentar una síntesis de la obra monumental de Tito, una colección de sus grandes éxitos que contiene algunos de los momentos más memorables partiendo  del omnipresente "Oye Como Va" en su versión original, en la voz de Santitos Colón, como los favoritos de los bailarines: "Picadillo", "Mambo Diablo" y "Ran Kan Kan"


La recopilación se basa sobre todo en los álbumes que el gran Puente grabó para el sello Tico durante los años 60 y 70Además de la voz valiente y  auténtica de Santitos Colón, la colección ilustra el talento sobrenatural de Puente al rodearse de cantantes memorables como el sonero panameño Meñique quien aquí canta el tema "Para los Rumberos", un latinizado "Crystal Blue Persuasion", en la voz de Sofía de Puerto Rico, y un raro dúo entre Santitos Colón y la diva cubana La Lupe, en el tema "Como está Miguel."



Puente creció en Nueva York, perdidamente enamorado tanto del jazz americano como de la música afrocubana. Durante los años 50, realizó varios arreglos exuberantes de mambos y cha cha chas. También impactó a la audiencia latina al presentar los timbales en la parte delantera del escenario, brillando como un hombre espectáculo con coreografías bien elaboradas y solos vertiginosos. A lo largo de los años, asimiló las nuevas tendencias musicales que elaboraban las generaciones como el bossa nova, los ritmos funk, el boogaloo, el Sin-ga-ling y la salsa.
(Versión al español de Israel)

 

 

CHEO.  Cheo Feliciano.  Fania

 

 

Los años 70 fueron la década más importante en la historia del género musical que hoy conocemos como salsa.  Uno de los artistas más populares de está historia y quien resurgió a principios de esta década lo fue: José "Cheo" Feliciano.


"Cheo", como cariñosamente se le conoce, fue aislado de la escena del disco mientras se recupera de su adicción a las drogas.
Una vez recuperado, se le comenzó a preparar para su regreso a los escenarios en el año de 1974.

 

El cantante se unió con el compositor Catalino "Tite" Curet Alonso, que empezaba a destacarse como un excelente compositor y quien ya ganaba un reconocimiento internacional por sus excelentes escritos en los números de salsa ―sobre todo por los artistas del sello Fania.


De la unión de estas dos superestrellas afro-caribeña nació "Cheo", un álbum que marca el regreso triunfal de Feliciano al ambiente  salsero.


Una de las canciones del álbum, "Pa’ que afinquen," ―deliciosa Guajira escrita por Curet Alonso―,  nos cuenta la historia del cantante para un público que estaba ansioso por su regreso. Al mismo tiempo, sirvió para presentar oficialmente a Don Tite Curet Alonso, en el lanzamiento de lo que sería, en mi opinión, una de las canciones más sutiles, más honesta y sincera de esa época maravillosa.


La sutileza de estas letras nos comunica, en particular, la razón del exilio del carismático cantante, así como la renovación de las letras y composiciones de la escena musical de la América Latina por parte de Curet Alonso, que antes estaba mayormente copada por los grandes compositores cubanos.  


Con el mítico tema "Anacaona", también escrito por Curet Alonso, Feliciano es lanzado al tope de las listas de las estaciones de radio en Nueva York, Puerto Rico y América Latina. Tras éxitos como "Si Por Mí Llueve", escrito por Feliciano [basado en una historia de Kako en El Barrio], "Franqueza cruel", una de las canciones más románticas de todos los tiempos, "Eso es El Guaguancó", y "Mano caliente", de Curet Alonso todas cargadas de las manifestaciones del sentimiento musical afro-caribeña garantizó la destreza musical de Feliciano, y catapultó a Tite Curet Alonso a la fama como uno de los mejores compositores de la música salsa en el mundo.


Con arreglos musicales de Bobby Valentín y Nick Jiménez, y una banda que incluyó a Johnny Pacheco en la batería y coros; Larry Harlow en el piano, Bobby Valentín en el bajo; Louie Ramírez en el vibráfono, Orestes Vilató en los timbales; Johnny Rodríguez en el bongó, Ismael Quintana en las maracas, clave, y el coro; Bell Vinnie en la guitarra eléctrica, Charlie Rodríguez en el tres, el matancero de Justo Betancourt y el gran cantante mayagüezano Santitos Colón completando el coro.


Treinta años después, estos éxitos se mantienen fuertes, y en todo momento el álbum ha formado parte integrante de las colecciones de discos de los amantes de la música latina. Su calidad es indiscutible, por lo que este álbum es un verdadero clásico, una pieza de colección y una representación histórica de una época en la combinación perfecta del cantante y el compositor.  (Versión al español de Israel)

 

Varios Artistas - ¡Gózalo! Bugalú Tropical Vol. 4 – Vampisoul

 

La serie “¡Gózalo! Bugalú Tropical”, excitantes producciones realizadas por el innovativo e invaluable sello Vampisoul, representan lo que a estas alturas de mi vida busco y disfruto a más no poder en lo que se refiere a nuestra querida música latina. Estas fabulosas y valiosas colecciones incluyen grandes temas y artistas que en su tiempo no conocí, pero que ahora puedo disfrutar gracias a los visionarios del creativo sello español.

 

“¡Gózalo! Bugalú Tropical Vol. 4”, como su nombre lo indica, es la cuarta recopilación de esta histórica serie, donde se presentan temas de artistas peruanos grabados bajo los sellos MAG, DINSA, IEMPSA y FTA, algunos muy difíciles de conseguir, lo que hace esta colección valiosa para nuestra cultura latinoamericana. Perú dejó lo suyo y la música en los 28 números incluidos en este trabajo así lo indican. Estos temas no son en su gran mayoría boogaloos, como nos informa el nombre de la colección. Aquí tenemos de todo: guaguancós, son montunos, boogaloos, guajiras, bossa-novas, descargas, y tantos otros ritmos. Mis predilectos, sin embargo son “Saludo Maracaibo” (Pedro Miguel y sus Maracaibos), “Boogaloo en Ambiente (Alfredo Linares y su Sonora), “Yo Traigo Boogaloo” (El Combo de Pepe), “Yo no pido nada” (Orquesta Casino de Hugo Macedo), “ La Guarachera” (Ñico Estrada y su Sonora), “Guajiréate” (Coco Lagos y sus Orates), “Pa Gozar Candela” (Betico Salas y su Sonora, con Melcochita imitando a Daniel Santos), “Boogaloo Boogaloo” (Joe Di Roma y su Orquesta), “Peruvian Guajira” (Melcochita y Karamanduka), “Boogaloo en España” (La Sonora de Lucho Macedo), “Yenyere Cuma” (Pedro Miguel y sus Maracaibos), “Aguanile” (Los Girasoles, en una versión desconocida por quien escribe). La recopilación consta además de piezas por Mario Allison y su Combo, Carlos Pickling y Orquesta, Chivirico Dávila y Sonora MAG, Los Diablos Rojos. Compay Quinto, Betico Salas y su Sonora, y más.

 

“¡Gózalo! Bugalú Tropical Vol. 4” es otra grata adición a esta magnifica colección. Si algún salsero no ha escuchado el maravilloso legado de los peruanos, estas recopilaciones son el punto de partida necesario. No hay comparación ni competencia, y los compactos suenan muy bien. Además, el librito que acompaña al CD contiene información valiosa sobre la historia de los temas y artistas. Ahora sólo nos queda esperar la próxima entrega. (EEG)

 

Wayne Wallace Latin Jazz Quintet – To Hear from There – Patois Records

 

Una vez dije que “Wayne Wallace es uno de los mejores secretos guardados del arsenal musical de California”. Y, al igual que el talentoso percusionista John Santos, también del área de la bahía de Sn Francisco, otro músico muy productivo y creativo. Luego de su éxito con “¡Bien, Bien!” (nominado para Grammy) y “The Nature of the Beat”, el sensacional trombonista regresa con el suculento y contagioso “Hear from There”.

 

El compacto nos presenta once muy bien seleccionados temas, arrancando con “La Escuela”, uno de mis favoritos, donde Wallace inmediatamente marca su territorio con deliciosos solos de trombón, Michael Spiro hace lo mismo con la conga y David Belove con el bajo. Esta pieza está dedicada a Cuba, donde el trombonista estudió años atrás en La Escuela Nacional de las Artes. Disfruté además con  “Descarga en Blue”, descrito como un jazz mambo, donde Murray Low brilla en el piano, y “The Peanut Vendor”, nueva versión del clásico de Moisés Simon, con la gran Bobi Céspedes brindándonos su talento vocal – es una lástima que no escuchemos mucho más de ella. Este número, de por si, vende el CD. También me gustaron el chachacha / guajira “Los Gatos”, y “¡Bebo ya llegó!”, tema dedicado al legendario pianista cubano Bebo Valdés.

 

Es mi parecer que “Hear from There” es la mejor producción de Wayne Wallace hasta el momento, y no puedo explicar  por qué. Puede ser que en la misma el músico nos brinda una mezcla de todo lo aprendido a través de los años, como resultado de su trabajo con Manny Oquendo y Libre, Celine Dion, John Santos y el Machete Ensemble, Santana, John Lee Hooker, Pete Escovedo, Conjunto Céspedes, Sammy Davis Jr., Irakere, Los Van Van, The Temptations, Stevie Wonder, McCoy Tyner, Sonny Rollings, Tito Puente y tantos otros. Es de verdad un placer escuchar un músico con ganas de aprender y siempre dispuesto a experimentar y evolucionar. Vamos a ver con qué regresa el maestro. (EEG)

 

John Leguizamo – Ghetto Klown: Music from My Hood – Fania/Código

 

Existen reseñas que se escriben solitas, o requieren de poco cráneo para su creación. Este es el caso de “Ghetto Klown: Music from My Hood”, del actor/comediante John Leguizamo, conocido en el cine por películas como “Casualties Of War”, “Moulin Rouge” y “Summer of Sam”. Leguizamo también es conocido por su trabajo en Broadway, con sus obras “Mambo Mouth”, “Spic-O-Rama”, y “Freak”. Ahora el actor regresa a Broadway, nuevamente con una obra suya, de nombre “Ghetto Klown”. El explosivo y suculento “Ghetto Klown: Music from My Hood” recoge parte de la música que Leguizamo incluye en su obra.

 

El compacto nos presenta doce temas personalmente escogidos por Leguizamo para “Ghetto Klown”, números que él recuerda con nostalgia, desde su niñez en Nueva York, y que de una manera lo influenciaron. Debo decir que el actor realmente recopiló una buena colección de la salsa de Nueva York, y, sin querer queriendo, el CD recoge algunos de los números clásicos del boom de la salsa. De la Fania All Stars tenemos “Estrellas de Fania” y “Quítate Tú”. De Willie Colón con Héctor Lavoe se presenta “Aguanile”, y de Héctor como solista está “Mi Gente”. Por otro lado, la recopilación también consta de “Quimbara” y “Ño Mercedes” (Johnny Pacheco y Celia Cruz), “Pedro Navaja” (Rubén Blades y Willie Colón), “Puro Teatro” (La Lupe), “Guaguanco Pa’l que sabe” (Pacheco), “La Cartera” (Orchestra Harlow),  “Borinquen tiene montuno” (Ismael Miranda), y “Acid” (Ray Barretto).

 

El que sabe de salsa, debe haber conectado los puntos, y se habrá dado cuenta que esta es una sencilla, pero completa pequeña recopilación, once piezas siendo clásicos de la salsa, haciendo de este CD, uno de colección. (EEG)

 

Markolino Dimond con Frankie Dante - FANIA

 

 “¡Rayos, Mark Dimond acaba de superar a Eddie!” le comentó Manny Oquendo, ex-percusionista de La Perfecta, al bajista Andy González al concluir una presentación en el Hotel St. George de Brooklyn. El pianista, Mark “Markolino” Dimond, había tocado con la banda Libre de Oquendo, que había actuado al lado de una gran variedad de artistas, incluyendo a Eddie Palmieri—quien había abierto la noche de conciertos. Markolino, quien vivía en la Noventa y Tercera Avenida, es uno de los más grandes talentos anónimos en la historia de la música latina y este disco representa su obra maestra. Dimond se inició con Willie Colón, lo que no es sorprendente cuando uno considera que Willie tenía un oído increíble para el talento y una disposición por traer individuos de varios orígenes al grupo. Tenemos una enorme deuda de gratitud con W.A.C. por sacar de la oscuridad a este mago tecladista afro-americano, para permitir que brillara.


Markolino fue un solista intrépido y yo siento que su música está impregnada de un imponente montuno, cortesía de Eddie Palmieri (su ídolo) y maestros tecladistas cubanos, tales como Peruchín, además de estar fundida con un enfoque de solista cromático innovador de acordes que proviene en parte del alumnado de Coltrane, McCoy Tyner, oriundo de Philadelphia, quién influenció a muchos pianistas en las décadas de los 60 y los 70. Mientras que el salto de Coltrane a Palmieri pudiera parecer como un salto enorme, Markolino fue uno de los pocos individuos que tuvo la capacidad de combinar los dos mundos con un alto grado de facilidad.


El socio de Mark en este disco fue otro hombre que cubría la zona del puerto y que tiene una historia igualmente irresistible. “Frankie Dante trabajaba como guardia de seguridad en Macy’s, pero en realidad quería ser John Lennon”, dice mi amigo Larry Harlow, quien produjo esta grabación histórica y tantas otras obras fundamentales en la historia de Fania. “Él era el John Lennon dominicano”, dice Harlow con una gran sonrisa. “Usaba esas gafas redondas de color rosa, igual que John Lennon”.


¿El John Lennon dominicano? Esto es algo que yo jamás me hubiera imaginado en un millón de años, pero creo que tiene algo de sentido cuando uno considera la tremenda influencia que John Lennon ejerció sobre toda la cultura popular, como músico y como hombre. Sin mencionar que Dante, con su propio grupo, la Orquesta Flamboyán, grabó la canción anti-Vietnam titulada, “Paz” en 1969, y después grabó el candente tema político titulado, “Presidente Dante” con Flamboyán y Larry Harlow.


“Frankie era sin duda un excéntrico”, dice Arturo Campa, el colega de Dante que trabajó como sonero para Eddie Palmieri de 1969 a 1974, durante uno de los períodos más memorables y productivos de Eddie. Arturo es un individuo brillante e interesante que rara vez ha concedido entrevistas, así que me súper emocionó cuando aceptó hablar conmigo de sus recuerdos de Frankie Dante. “Recuerdo las ocasiones en que salió al escenario vestido de capa y zapatos deportivos durante algunos de sus conciertos. Tenía un traje que llamaba su capa de Batman, y era difícil ignorar u olvidar a este cantante vestido de capa negra”, comenta con humor.


“No creo que la gente percibía a Frankie como un gran cantante”, continúa Campa. “Estaba algo limitado en ese aspecto, pero se veía fuertemente influenciado por el modo de expresarse de Ismael Quintana y esto se percibe claramente en sus grabaciones. Tanto él como Markolino eran muy bien recibidos y el ambiente de la salsa de aquélla época parecía [ser] el de una gran familia”. Andy González hizo eco de este sentimiento cuando me dijo, “Frankie imitaba a Quintana en todo, desde sus movimientos de baile hasta su forma de tocar las maracas”. El recorrido desde John Lennon hasta Ismael Quintana es un camino largo y sinuoso y Frankie Dante recorrió cada milla al verdadero estilo funk.


Un coro estelar apoyó a Dante en este álbum que acredita a Chivirico Dávila como el invitado estrella. Chivirico es un personaje interesante, ya que aunque sólo produjo un puñado de excelentes discos como primera voz para el sello Cotique, su carrera se vio marcada principalmente por ser uno de los primeros coristas en la época dorada de la salsa en Nueva York al lado de individuos tales como Yayo el Indio, quien comparte la tarea de coro en este álbum. El mayor don que tenía Dávila como cantante solista, era su capacidad para interpretar boleros y aquí su talento fue sabiamente aprovechado. El aspecto más inesperado de la participación de Dávila como artista invitado es que, aunque es evidentemente una gira de Frankie Dante y Markolino, Chivirico es quien realmente canta la primera voz en “Sabrosón”, que por mucho tiempo ha sido el tema bailable favorito de muchos cocolos empedernidos. Chivirico como corista, era incontenible y el equipo de tres voces conformado por Chivirico, Yayo y Pete “Conde” Rodríguez en este álbum, es magia pura. La mezcla que lograron combinar estos individuous es flexible y rítmica a la vez. Sigo impresionado al ver cómo un coro bien ejecutado complementó el poder global del álbum y de hecho, la experiencia total de Fania.


Mark Dimond hizo los arreglos para todo el álbum, excepto la canción, “Yo No Tengo Amigo” de Marty Sheller, uno de los mejores arreglistas en el mundo de la salsa y miembro original del grupo pionero de jazz latino que dirigiera Sabú Martínez. Mientras que se siente una solidez absoluta en todos los arreglos de Mark, el único arreglo de Marty exhibe una sutil sofisticación que no logra igualar Markolino, quien le impartió ritmo al tema pero no poseía la misma perspicacia armónica y profunda que Marty demostró durante muchos años.


Desde el punto de vista de composición, el álbum es mayormente de Mark Dimond quien personalmente compuso cinco de las ocho pistas. Las demás canciones son títulos cubanos, y la última pieza titulada, “Por qué Adoré” la compuso el fenomenal y extraordinario compositor prolífico, Tite Curet Alonso. Esta canción llamó mi atención de manera muy especial mientras escuchaba el álbum con oído crítico, por ser absolutamente inconfundible la poesía que Tite imprime a sus composiciones. Fue muy sagaz la decisión de secuenciar este álbum permitiendo que Tite tuviera la última palabra. De igual manera, comenzar el álbum con el tema original de Markolino titulado “Sabrosón” ofrece la escena perfecta para la vibra suelta y súper funky que impregna a este álbum. Las dos canciones cubanas incluidas en el disco nos recuerdan la deuda que todos tenemos con Cuba y capturan el espíritu de la época del movimiento “típico” que rindió tributo a esa tradición en Nueva York.


Es una pena que Markolino y Frankie no hayan grabado más discos, pero esto también hace que los discos como Beethoven’s V contengan más magia por ser tan inusuales. En un estilo dominado por cubanos y puertorriqueños, esta dupla de un cantante dominicano con un pianista afro-americano sirve como un conmovedor recuerdo del eterno magnetismo universal de la salsa y la vertiginosa complejidad y riqueza de la ciudad de Nueva York que sirvió como incubadora para su florecimiento en el ámbito mundial.

 


Markolino Dimond con Frankie Dante Beethoven’s V (Cotique 1075)


Artista invitado: Chivirico


Lanzamiento original: 1975

Producción de: Larry Harlow para Passing Clouds Music, Inc. Productores ejecutivos: Jerry Masucci y Johnny Pacheco Arreglos de: Mark Dimond (excepto “Yo No Tengo Amigo” con arreglos de Marty Sheller) Grabado en: Good Vibrations Sound Studios en la ciudad de Nueva York Dirección técnica de: Jon Fausty


 

 

Notas y portada original por: Lee Marshall


Arte original y diseño por: Ron Levine

1. “Sabrosón” **
2. “Los Rumberos” *
3. “Ahora Sí” **
4. “El Quinto de Beethoven” *
5. “Maraquero” *
6. “Yo No Tengo Amigo” **
7. “Camarones” *
8. “Por Qué Adoré” **

* Primera sesión
** Segunda sesión

Músicos


Piano: Mark Dimond
Bongós: Nicky Marrero *
Pablito Rosario **
Conga: Frank Malabe
Timbales: Mike Collazo *
Nicky Marrero **
Bajo: Eddie “Guagua” Rivera
Trombón: Louis Kahn
Reinaldo Jorge *
Barry Rogers **
Trompeta: Randy Brecker *
Lou Soloff **
Maracas: Junior Vázquez

Coro: Yayo el Indio
Pete “Conde” Rodríguez
Ismael Quintana

 

 

 

 

RESEÑAS DE DVDs

 

 

 

Circo – First Run Features

 

For some, circuses are a thing of the past. For others, it is quite a foreign concept. But some of us are fortunate enough to have been alive when circuses were a popular form of entertainment, a big deal if you were a kid and a joyeus moment for parent to share with their children. Although they have changed through time and have decreased in number -- at least in the United States --, Mexico still maintains the traditional circus, as we know it, alive. But to keep this tradition going, sometimes a high price has to be paid. The formidable documentary “Circo” takes an unforgettable and sincere look at what goes on behind one of these circuses.

 

With “Circo,” director Aaron Schock’s doesn’t show us the glamorous and happy spectacle that we are familiar with. His goal is much broader and ambitious: he goes into what it takes to keep the circus active on the road. For this purpose, he chose El Gran Circo Mexico, owned by the Ponce Family. Tino Ponce is the one responsible of running the enterprise on a daily basis, with his father being the owner and receiver of the earnings . And if there is such a thing as a “family-run-business,” this is the real thing. Although Tino coordinates the activities and routines, his four children and some other relatives are the artists. In addition, Yvonne, Tino’s wife, as well as his parents, Don Gilberto and Dona Lupe, take care of the chores, such as washing clothes, cooking, family “quality” time, etc. Their biggest acts are the Spectacular Globe of Death and the Fantastic Pendulum, and they also have a tiger and other animals. Because El Gran Circo Mexico is a small circus, their main source of income is touring small Mexican towns in which they may find public with money to spare, always dreaming of doing the big cities. They usually don’t stay more than two days on one location.

 

But, what sets “Circo” apart, is the way Schock examines the relationship between Yvonne and her husband, as well as her parents in law. It is obvious that their children’s life is tied to the circus, and they are truly missing their childhood and life there. We feel sorry for them, as they are very loving. Tino is the only sibling that stayed running the show. His sister Reyna and his brother Tachito left in search of happiness. Sadly, other members of the family run other circuses, such as Circo Dunbar, Circo España, and Circo García. So this is a never-ending cycle, and Yvonne – who thinks that Tino’s parents are controlling him – tries, as much as she can, to get away from that environment with her children – although I got a feeling that Yvonne is using the filmmakers to put pressure on Tino. Tino is reluctant because he doesn’t want to hurt his parents’ feelings. And he probably doesn’t know what else to do; the circus has been his life.

 

“Circo” is touching and honest, beautifully photographed, and presents a slice of Mexican culture unknown to many. In the end, you wish you could see to kids happy doing something better. At least that is what I feel. (Mexico/USA, 2010, color, 75 min)

 

 

El General – Women Make Pictures

 

Not long ago, I read “Mexico Acribillado,” Francisco Martin Moreno’s intriguing book about the assassination of Mexican president Alvaro Obregón. The name Plutarco Elías Calles, Obregón’s friend and successor to the presidency, kept appearing along in its pages, and was mentioned as one of the conspirators – of many – of the crime. This opened a new chapter for me about Mexican history and it constantly makes me think about the current state of that great country. To my pleasant surprise, comes “El General,” an absorbing, unbiased, and very educational documentary that sheds light about Calles’ political and familial life.

 

Masterfully directed by Natalia Estrada, “El General” skillfully makes the same connection that I made with Calles’s life and Mexico’s present. And she is probably the best to do it, because Calles happened to be her great-grandfather, so she had access to some important information. The film combines the testimony of Alicia Calles, Estrada’s grandmother, with valuable historical data and film footage, and provides an equally valuable account of Calles’, who died in 1945, legacy.

 

John Berger’s words, “If we can see the present clearly enough, we shall ask all the right questions of the past,” set the tone of the film, and Estrada shows us scenes and selected characters from Mexico City in 2006, with its 22 million inhabitants. Estrada also presents audio excerpts of conversations that took place in July 1978, where Alicia (“Licha”) is interviewed with assistance from her friend Mauricio González de La Garza. Estrada inherited these recordings and makes wise use of them in the documentary’s narrative. Licha recalls her father’s life, and describes him as she remembers him, mostly fondly. However, Estrada’s research finds conflicting stories about Calles, who lived in a Mexico that had three presidents from 1928 to 1932. It was also a Mexico in which presidents were assassinated in alarming rates. We had Francisco Madero, murdered in 1913; Venustiano Carranza in 1920; and, of course, Obregón in 1928. There were also murders of political figures, like Emiliano Zapata in 1919 and Pancho Villa in 1923. This was a period in which the church still had a lot of power and influence in the country, and was apparently involved in some of these acts. It is all in this penetrating film.

 

 “El General” was done during the controversial 2006 election, in which Felipe Calderón allegedly stole the presidency from Andrés Manuel López Obrador, which, according to Estrada, gives us evidence that things hardly change in Mexican politics. I think it would have also been appropriate to make the connection with the current drug wars that are eating part of Mexico, and maybe have roots with the country’s bloody past. Deservedly, “El General” won the 2009 Directing Award at the Sundance Film Festival. (Mexico, 2009, color and B/W, 83 min)

 

Rachel – Women Make Movies

 

Rachel Corrie may be a name that few people recognize. Her death was not big news in the major media in the United States. But some of us, who look for more sources of information, knew about her, and how impacting her death was to people of good will around the world. Directed by Simone Bitton, “Rachel” is a brilliant and honest documentary that examines Rachel’s final days in smart and unbiased way.

 

Rachel Aliene Corrie was born in the United States on April 10, 1979, and went to school at the Evergreen State College in Olympia, Washington. Bitton intelligently uses notes from Rachel’s diary as part of the narration, which gives us an idea of what a decent, idealistic woman she was.

 

The film opens with Rachel arriving to Jerusalem on January 25, 2003. From then on, Bitton examines all the activities that lead to the sad day, on March 16, 2003, when Rachel was crushed by an Israeli army D9 bulldozer, which weights 65 tons, while trying to peacefully stop the vehicle from conducting land grading work. According to the Israeli army, this work was done “to reduce the capacity of terrorist organizations to lay explosives in piles of dirt construction debris.” The piece of land that the Israelis refer to is a strip between the Israeli occupied land and Palestinian homes, in an area of the Gaza Strip known as the Philadelphi Road. The Israeli Army has maintained that it was an accident and that the bulldozer’s driver didn’t see Rachel. However, witnesses – including fellow peace activists from the International Solidarity movement and Palestinian neighbors – indicate that it was deliberate. To get a better picture and understanding of what went on, Bitton was able to interview key people that were involved on this tragic event, such as Dr. Ahmad Khalid Abu Nakira, who attended Rachel when she was taken to the hospital with multiple fractures; Shami Cohen, military police investigator; Major Avital Leibovich, spokesperson for the Israeli Army; Rachel’s parents; and members of the ISM, who coordinates and trains peaceful protests on the Gaza Strip. Amazingly enough, Bitton also includes footage from an interview conducted with the driver of the bulldozer.

 

“Rachel” is well-done and doesn’t take sides, but is does answers many questions about 23-year old Rachel’s death. It’s up to you to make your own conclusions, but if you watch  the “Death in Gaza,” which documented  journalist James Miller’s death by the Israeli Army on May 2, 2003, just a couple months after Rachel’s, and under almost the same circumstances, you can’t help but notice a curious trend. (France / Belgium, 2009, color, 100 min)

 

 

I Need That Record! The Death (or Possible Survival) of the Independent Record Store – MVD Visual

 

I don’t know about you, but in recent years I have become addicted to collecting vinyl records. And the reason is simple: some of the music that was recorded on vinyl will never make it to the CD format, making vinyl records our own small treasures, something that, maybe, in the future, will be recognized as such. So, when I watched the incredibly absorbing and illuminating “I Need That Record! The Death (or Possible Survival) of the Independent Record Store,” I knew I was in heaven. I know this territory well – been there, done that, if you will.

 

The documentary covers many areas of recorded music at the same time. It smartly alternates the current state of the music industry with the history of recorded music. It tells us right away that 3,000 independent record stores have closed in the US in the past decade. Director Brendan Toller, who also wrote and edited the film, knows his turf really good, and goes around several stores which are barely surviving or are about to close – some closed during production --, and interviews their owners. Their stories give us a clear picture of the problem. We are told, for example, that there is no artist development anymore, and that it is more about the profit for the labels. We also learn that since the fifties, when payola was introduced, music was affected because the labels hired independent promoters to play the singles on the radio. We are informed, for instance, that 63 spins of a JLO single go for $3,600. Interestingly enough, too, is the fact that Clear Channel, according to the filmmakers, owns 1,200 radio stations, and that a study shows that some radio stations play the same song 73% of the time. Toller goes on and explains the impact of the so-called “Big Box” stores (Wal-Mart, Target, Borders, etc.) on the independent artists and music in general. He also examines the birth of MP3s, iPods, and the current resurgence of vinyl. Of course, he also delves into the 2004 suit that the RIAA filed against 4,769 music downloaders. The film is also aided with the participation of musicians Chris Franz (Talking Heads), Thurston Moore (Sonic Youth), Lenny Kaye (Patti Smith Group), as well as writer, historian, and linguist, Noam Chomsky.

 

When you are done watching this unforgettable documentary, you are left with a feeling of sadness and nostalgia, especially those of us who have seen better times. Perhaps the feeling was captured best by one of the clients at Trash American Style, one of the many independent stores that closed down during the production of the film, when he said, “The kind of music that is interesting and stimulates your mind is at this store, not at the mall.” In addition, Chomsky reminds us that “local stores provided a sense of community.” “I Need That Record! The Death (or Possible Survival) of the Independent Record Store” is powerful, a true testament of our times. The DVD also includes more than two hours of extras, with extended interviews. (USA, 2009, color, 77 min plus additional materials)

 

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