En el día martes 19 de mayo de 2009, a la edad de 75
años, falleció Ricardo Abreu, Papín, víctima de un
derrame cerebral. Su cadáver será expuesto en la
funeraria de Zapata y 2 y el sepelio está señalado
para este miércoles a las 3.30 pm.
Creador del cuarteto de voces y percusión Los
Papines y director hasta su deceso, conformó el
grupo con sus hermanos Luis, Alfredo y Jesús,
quienes elevaron la rumba a una categoría superior a
partir de la década de los sesenta. Al fallecer
Alfredo en el 2001, la agrupación replanteó su
formato, pero no su esencia: la inclusión de Luis
Abreu Chantres, hijo de Luis, y de Yuliet Abreu
Fernández, hija de Jesús, no solo consolidó una
línea de continuidad, sino que proyectó aires
renovadores al conjunto.
Hicieron una rutilante carrera internacional que les
permitió llevar a los más apartados rincones del
mundo una amplia gama de géneros de la música cubana
donde han prevalecido las diferentes modalidades del
complejo de la rumba. Como virtuosos del tambor
fueron acogidos en innumerables escenarios con
espectáculos rigurosos e impactantes que incluían el
baile y un impecable ajuste vocal.
Igualmente hicieron versiones rumbeadas y muy
originales de boleros, sones, o de canciones de la
vieja y nueva trova. Debe destacarse que si algo
distingue lo señalado anteriormente es que siempre
respetaron la condición de lo original aunque
cambiaban por completo su apariencia.
Es indudable que bajo la guía de su lider Papín
lograron formar parte indisoluble de las claves que
han remodelado nuestra identidad musical, aportando
una visión distintiva a nuestra la música popular.
Ricardo Abreu siempre será recordado y respetado por
todos por el legado que deja a la cultura cubana.
Falleció Ricardo Abreu,
creador y director de Los Papines de Cuba
De izquierda a derecha Alfredo, Ricardo, Luis y Jesús
Información tomada de: http://www.lajiribilla.cu/2009/n419_05/419_30.html
Durante las exequias de la gloria cubana el músico
Ricardo Abreu, director de los Papines de Cuba.
Fotos de Javier Galeano.
Postrero aplauso para Papín
Santiago Alfonso • La Habana
Compañeros:
Hasta aquí hemos venido a depositar el cuerpo de nuestro hermano, amigo, padre y abuelo que se nos ha ido inesperadamente. Hablar de Papín es muy fácil, solo tenemos que decir su nombre y estaremos diciendo: El hijo que fue orgullo de sus padres, el hermano que guió a su familia, el padre que dignificó a sus hijos, el compañero y amigo que nos hizo feliz a todos, no solo con su presencia que por sí sola nos llenaba de orgullo, sino por la calidad y alta categoría de su quehacer artístico. Papín llega a la grandeza de su arte desde lo más recóndito de la humildad, luchando contra todas las barreras que le imponía la pseudorrepública, digno en su negritud, alegre en su cubanía. Tropicana, Papín y sus Rumberos serían en aquella época la simiente de lo que a partir del triunfo revolucionario se convertiría en uno de los Emblemas de la cultura popular cubana, Los Papines.
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Los restos de Papin camino al Ministerio de Cultura en La Habana.
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Amigos y familiares de Ricardo "Papin" Abreu trasladan su féretro al Ministerio de Cultura en La Habana.
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Amigos, familiares y admiradores del músico Ricardo Abreu "Papin" brindan su último homenaje en el Ministerio de Cultura en La Habana.
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En la corona puede observarse los nombres del Expresidente de Cuba Fidel Castro y de su hermano el actual mandatario Raúl Castro.
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El cuerpo del músico Ricardo Abreu yace en el féretro.
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Amigos y familiares participan en la marcha fúnebre que acompaña el féretro al edifico del Ministerio de Cultura en La Habana. |
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Una de las hijas del Director de los Papines de Cuba Ricardo Abreu. |
Es allí donde Ricardo encuentra después de haber formado parte de aquellos primeros formadores de Instructores de Arte, la posibilidad por tanto tiempo soñada, darle al tambor categoría de presencia mayor en tantos y tantos escenarios, porque fue él con sus hermanos, y de eso no queda duda, el que dio a la percusión cubana la investidura de Espectáculo de grandes escenarios. Cuando la historia hable de nuestros percusionistas habrá que señalar un antes y después de Los Papines. En su larga carrera musical recibió importantes reconocimientos nacionales e internacionales:
Premio Guacamayo de Oro (Finlandia, incluidos en el libro de honor de Kummniakija del Copacabana Salsa Club).
Premio Cubadisco 2000 por el concierto en el Lincoln Center de N.Y., Grammy Latino por el CD La rumba soy yo, del All Star de la rumba cubana 2001.
Premio de honor de Cubadisco 2004.
Disco de oro Caribean Producctions.
Ostentaba las más altas distinciones del sistema de la Cultura cubana, destacándose entre ellas:
La distinción por la cultura cubana
La medalla Raúl Gómez García
Medalla Alejo Carpentier
Vanguardia nacional
Gitana tropical
Y recientemente le fue otorgada:
La réplica del machete de Máximo Gómez
Fue ético y consecuente en lo personal y en lo ideológico, respetó a todos y todo, paladín de la cultura cubana, de nuestro país y de nuestra Revolución a capa y espada y no vaciló jamás para salir al paso de quienes en su presencia intentaron ofenderla.
Se va a reunir con sus padres Ricardito y Herminia, a remediar sus dolores, aquella madre que un día oí decir: todos mis dolores se quitan cuando llega mi pastilla Papín, con su querido Alfredo, con el tío Sanguily, con Trinidad Torregrosa, con Giraldo y con todos aquellos a quienes quiso, allá lo recibirán todos los grandes: Chano, Patato, Tata, Anga, Pello, Miguelito Valdés, Machito y Mongo, para juntos, desde la Gloria seguir iluminando a nuestra tierra con esa imperecedera luz que irradian los espíritus geniales.
Papín, nosotros que por tantos años disfrutamos tu presencia y ocurrencias, tu quehacer profesional y tu incuestionable Don de gente, hoy no disfrutamos de este acto, porque como me dijera tu hermano Jesús en el sepelio de Alfredo, Santiago mira este programa que ha presentado Alfredo, Papín, este programa no es el que esperábamos de ti, pero te querremos por siempre y hoy para testimoniarte que permaneces en la Gloria que mereces, te damos al final lo único que podemos y queremos, nuestro aplauso.
La Habana, 20 de mayo de 2009
Herencia Latina