UN CUBANO CON "FILIN": FRANK EMILIO FLYNN

 

El maestro  Frank Emilio Flynn y Eric E. González

Por ©Eric E. González

Miembro fundador de Herencia Latina

Fotografía (colores): Eric E. González, Leonel Valencia, y Carlos Rowe

Fotografía (blanco y negro): Cortesía de Kathy Flynn

Revisada en septiembre 10, 2006

 

"Frank Emilio es un pianista que ha influenciado a cada generación subsiguiente, y los que están por venir, porque se ha mantenido al día. No se puede hablar de Frank Emilio en el pasado, porque todavía está muy vigente en el presente".

Chucho Valdés

 

    La anterior cita se le adjudica al gran pianista cubano Chucho Valdés, quien participó como artista invitado en un concierto celebrado en el Lincoln Center en Nueva York, bajo los auspicios de su programa de jazz. Este espectacular evento también sirvió como debut del pianista Frank Emilio Flynn en los Estados Unidos, en donde tocó junto a una nueva reencarnación del histórico grupo "Los Amigos". Esta nueva versión incluyó a Orlando "Cachaíto" López, José "Changuito" Quintana y el legendario "Tata" Guines.

    Ciego desde muy temprana edad, Frank Emilio Flynn Rodríguez —cuyo padre era estadounidense (de origen irlandés) y su madre cubana— es un gigante de la música cubana en general, pues metió sus manos en los géneros tradicionales cubanos, el jazz, y lo clásico. Fue uno de los originadores del movimiento "filin", que mezclaba el bolero cubano con el jazz. Flynn también fue miembro fundador prominente del Quinteto Instrumental o Grupo Cubano de Música Moderna, que más tarde se llamó "Los Amigos"; formó parte de agrupaciones tales como "Loquibambia", que incluyó a una joven llamada Omara Portuondo; y el Club Cubano de Jazz, en donde formaban descargas con jazzistas estadounidenses. Recientemente, también su nombre se puede ver en los créditos de dos de las grabaciones de la flautista Jane Bunnett.

"Para algunos es un jazzista que domina la música cubana; para otros, un pianista cubano con un sexto sentido para el jazz. El genial músico invidente es ambas cosas".

Nad Chediak (Diccionario de jazz latino)

   

La historia de la visita de Frank Emilio Flynn a California es curiosa e interesante. Al enterarse la estadounidense Kathy Flynn, residente del estado de California, que tenía un primo en Cuba, ella no escatimó esfuerzos en reunirse con el legendario pianista cubano. Una vez la reunión tuvo lugar, así como también sus varias celebraciones, Kathy se trajo a Frank Emilio y a su señora esposa de 47 años, Martha Montes Cobián ("La Guajira"), a pasarse una temporada con ella en California. La visita de Flynn se regó como pólvora a lo largo del estado, y, a través de boca en boca, fuimos muchos los que pudimos reunirnos con él y disfrutar de su presencia —ya sea musical o socialmente.

    La entrevista tuvo lugar en casa de Kathy Flynn, en un suburbio de Los Angeles. Ella, gentilmente, accedió a que invadiéramos su hogar. Frank estaba muy contento y con ganas de compartir sus historias. Cuando uno habla con Frank Emilio Flynn, la discusión no sólo se centra en la música, sino en varias aspectos de la vida; en este caso, hablamos sobre Panamá, Colombia y la naturaleza. Al llamarlo maestro —una muestra de respeto a los que han dejado una huella en nuestra música—, nos dijo que prefería que lo llamáramos amigo o hermano.

     Fue tan divertida la reunión, que quedamos con ganas de verlo de nuevo y escuchar sus palabras. La segunda visita tuvo lugar en la escuela primaria Park, en la ciudad de Paramount, California, en donde la hija de Kathy, June Del Campo, había invitado a Frank Emilio a tocar para sus alumnos de primer grado. En esa ocasión no lo entrevistamos, pero sólo nos dedicamos a compartir ese momento tan especial. Las fotos quedan para la historia.

Agradecimientos: El privilegio de haber conocido a Frank Emilio Flynn no hubiera sido posible sin la ayuda de Juan Rodríguez Flores, Marta Stork y Agustín Gurza, quienes me ayudaron a localizar al maestro. Mil gracias a Kathy "Katica" Flynn por su cortesía en dejarnos visitar su hogar, así como también proveerme de su amistad y material para la entrevista (el CD autografiado en Braille lo valoro que no tiene idea). Mi agradecimiento también a June Del Campo por permitirnos entrar en su aula escolar y presenciar el "mini" concierto ofrecido por el maestro. Finalmente, quiero agradecer a mi amigo Leonel Valencia, por haber reemplazado a última hora en las labores fotográficas a mi querido compañero de guerra, Bruce Brewer, el cual no pudo asistir a esta entrevista. Bienvenido al grupo, mi hermano colombiano. Gracias también a mi amigo Carlos Rowe por haber compartido trabajo durante nuestra visita a la Park Elementary School; su ayuda fue de gran valor para quien escribe.

 

NOTA: Esta entrevista fue realizada en junio 14, 2001. A finales de ese mismo mes, el maestro se regresó a Cuba junto a su querida esposa. Tristemente, Frank Emilio Flynn falleció la noche del jueves 23 de agosto de 2001 en su casa en La Habana. Murió tocando el piano, víctima de un ataque al corazón. El mundo perdió otro genio y un gran ser humano. Descansa en paz, maestro.

 

Eric E. González (EEG): Cuénteme, mi hermano, cómo fueron sus inicios en la vida y la música.

Frank Emilio Flynn (FEF): Nací en La Habana — soy habanero. Nací el 13 de abril de 1921. En mi familia no hubo músicos.

EEG: Hábleme, si no le incomoda, de cómo fue que perdió la vista. Tengo entendido que fue a los 13 años. ¿Es cierto eso?

FEF: Bueno, acabé de perderla a los 13 años, porque yo nací con visión residual que permitía ver nada más luz y colores. Yo no distinguía imagen. Veía luz difusa. Y, los colores, por ejemplo, cuando no se compartían en una misma cosa, no los podía distinguir. Los distinguía en una forma, yo diría, muy a gran rasgo. Percibí la luz, percibí la luna, percibí el sol, percibí los colores los recuerdo, salvo algunos, que se me quedaron un poco borrosos. Pero a los 13 años se produjo ya la atrofia total, porque yo fui extraído con fórceps. El fórceps trabajó muy fuertemente aquí (se señala parte de la cabeza). Entonces con este ojo no vi nunca; vi un poco con el izquierdo. Pero mi tía, que fue quien me recibió, me conformó tenía ésto un poco deprimido. Y ella, con su manito, me conformó —como que los huesitos en ese momento son tan blandos —; ella me conformó. Gracias a ella conservo cierta normalidad en esta parte.

EEG: ¿Cuándo comenzó a tocar el piano?

FEF: Yo me incliné a tocar el piano desde que encontré un piano en mi casa, cuando yo tenía 2 o 3 años. No a tocarlo; me acerqué a él y, desde luego, con mi anatomía alzaba mis bracitos y trataba de sacar lo que le escuchaba a algunos pianistas que iban a casa a tocar. O sea que fue un acercamiento muy espontáneo el instrumento me atrajo desde el primer momento. Y ahí seguí y seguí como aficionado hasta que tuve una orquesta de danzones. Pero, al verme analfabeto musical, decidí terminar con aquella orquesta que me había formado de muchacho, y dedicarme a estudiar no solamente la primaria y el bachillerato, sino la música también.

EEG: ¿Es cierto que usted tenía 13 años cuando formó su primera orquesta?

FEF: Sí, una orquesta de danzones —lo que llaman charanga a la francesa.

EEG: ¿Recuerda a algunos de los músicos de esa primera orquesta? ¿Vivían en su barrio?

FEF: No, del barrio, no. Músicos que ya eran hombres, como Pedrito Hernández, que además de ser un compañero en la música, fue mi hermano. Todavía vive, pero su mente ya no funciona bien, porque es un viejito. Pero fue un hermano para mí. Barbarito Diez trabajó con mi orquesta, aunque todavía no era conocido. Pero después trabajó con Antonio María Romeu, que fue cuando se dio a conocer. O sea, con el hermano de Armando Romeu, que fue un danzonista muy famoso en Cuba.

EEG: ¿Usted formó la orquesta antes o después de perder la vista totalmente?

FEF: Perdí la vista cuando ya estaba la orquesta andando. La perdí sin saberlo. Usted verá, yo trabajaba en una emisora de radio con mi orquesta, en un programa de 7 a 8 de la noche. Y mi tía, que fue la que me crió — yo perdí a mi madre; cuando yo perdí a mi madre, que yo tenía cuatro años, mi padre vino a los Estados Unidos y yo quedé al amparo de ellos (los tíos) —, me llevaba a la estación. Todavía yo no andaba solo por la calle — era muy muchacho. Cuando yo regresaba, lo primero que hacía era conectar el interruptor de la luz en "on", o sea, prendía la luz. Y una noche me dice ella: "Enciende la luz". Yo le dije: "No, está encendida". "No, enciéndela". Bueno, cuando la encendí, noté que la luz no se veía, que no había diferencia. Entonces fuimos a la calle y veo que la calle estaba iluminada. No veía la luz que prendía de un foco, de un punto determinado, sino una iluminación general. Entonces, comprendí rápidamente que yo había ido perdiendo la vista poco a poco, y que me había ido, sin saberlo, adaptando. Un fenómeno muy raro, pero se da.

 

EEG: ¿Qué tanta interferencia tuvo ese proceso con las labores de su orquesta y su música?

FEF: Ese proceso parece que fue fraguándose poco a poco. Tanto es así, que a mí no me causó la menor impresión.

EEG: ¿No?

FEF: No, porque yo no me había dado cuenta de aquello; me di cuenta en ese momento. Fue una cosa muy normal. Se produjo el fenómeno, pero no hizo ninguna mella en mí.

EEG: ¿Qué nombre tenía esa orquesta?

FEF: Se llamaba Orquesta de Frank Emilio (RISAS). Frank Emilio es mi nombre familiar; Frank Emilio no es un nombre artístico, porque mi padre se llamaba Frank y mi padrino --- que fue el que me sirvió de padre después que él se marchó --- se llamaba Emilio. Entonces, Frank Emilio me decían en casa, y Frank Emilio me siguieron diciendo después a través del tiempo --- Frank Emilio Flynn. Aquí me dicen Frank Emilio Flynn, pero en Cuba ellos eliminan la "k" y me dicen Fran Emilio --- como si la "k" no existiera. ¿Conoce usted a Guillermo Cabrera Infante?

EEG: ¿El escritor cubano?

FEF: Sí, el que escribió "Tres Tristes Tigres". El me presenta como parte de la bohemia de La Habana en aquella época, y el pone FranEmilio, pero sin separar, como una sola palabra y sin k.

EEG: ¿Llegó a grabar algo la Orquesta de Frank Emilio?

FEF: No, no, cuando aquello no grabamos. Claro, yo, cuando toqué danzones… Yo me pasé mi niñez oyendo a Antonio Maria Romeo, y traté de imitarlo tanto, que a mí me decían "único imitador de Antonio Maria Romeu, el mago de las teclas". A él le decían "El mago de las teclas". Entonces él me hizo tocar con su orquesta en dos o tres ocasiones. Me invitó a un programa que él tenía también en solitario, acompañado del guiro.

EEG: ¿A qué otros músicos escuchaba en aquel entonces? Todavía no escuchaba jazz, ¿verdad?

FEF: No, yo empecé a escuchar jazz un poco después. Pero además en mi casa había discos clásicos que yo escuchaba con mucha atención. Y había discos de música americana, también. Discos de aquellas orquestas que usaban banjo. A mí me encantaban esas orquestas americanas que usaban el banjo, y yo escuchaba aquello con mucha atención, también. Hay algunas canciones americanas que se han olvidado, como "Angela mía" — esas cosas que yo oía cuando niño.

EEG: ¿Qué grupos cubanos escuchaba?

FEF: Yo escuchaba y tenía discos del Sexteto Habanero, Sexteto Nacional, de la Orquesta Romeu, de Don Aspiazu — ¡Uy! Yo tenía muchos discos en casa.

EEG: ¿Qué pasó después que se disolvió la Orquesta de Frank Emilio?

FEF: Estuve muchos años estudiando, y, en el año ’45, reaparecí en la música de nuevo -- con otras vivencias, claro, después de tantos años. Ya empecé a escuchar el jazz, empecé a escuchar la orquesta de Glenn Miller, los arreglos que hacía Andrés Costelane(?) con las comedias musicales...

EEG: ¿Qué fue lo que estudió?

FEF: Empecé a estudiar bachillerato y a estudiar la música. Empecé a escribir obras musicales, obras teóricas sobre música. Empecé a adentrarme en el estudio musical.

EEG: ¿En qué institución realizó esos estudios?

FEF: Asociación Cubana de Ciegos.

EEG: Tengo entendido que usted también enseñó allí.

FEF: Sí, yo fui alumno y maestro de allí. Impartí la escuela primaria allí. Estuve tres años dando instrucción primaria.

EEG: OK. Reapareció en 1945. ¿Qué pasó después?

FEF: Empecé a trabajar en la emisora 1010, que era la estación del partido socialista popular. Allí conocí al grupo del "filin", o sea los muchachos que después constituyeron una corriente musical en la canción moderna, influidos por la música norteamericana aunque había habido otras cumbres aisladas antes, que hicieron también esas cosas. Pero, como no se habían agrupado, pues no recibieron un nombre como el "filin", sino que eran cumbres aisladas, como Alfredo Brito, Julio Brito, Facundo Rivero, Rene Touzet, Adolfo Guzmán  todos estos músicos que empezaron a hacer canciones buscando armonías más modernas relacionadas con la música norteamericana. Y entonces surgió allí el "filin". Ico Rojas, Antonio Méndez, César Portillo, Luis Yáñez, Tania Castellanos, en fin, una serie de músicos, de personas inquietas, que empezaron con sus guitarras a hacer música.

EEG: El "filin" ha sido descrito como una mezcla de boleros con jazz. ¿Es correcto decir eso?

FEF: Ajá, boleros y canciones combinadas con jazz. Entonces yo era el pianista; yo no era un compositor del "filin", pero era un colaborador del "filin", porque cuando ellos querían presentarle su música a los cantantes, yo era el acompañante. Yo acompañaba a cualquiera de ellos en sus canciones para que las personas que podían interesarse por ellas, las escucharan acompañada al piano y no a la guitarra.

EEG: ¿Fue ese el primer género que practicó cuando reapareció en 1945?

FEF: Ese fue el primer género, mezclado con otras cosas, porque yo tocaba un poquito de todo. Yo tocaba algunas cositas clásicas --- ya yo me iba acercando a otras cosas. Por eso le decía que mi gusto artístico no se confina en el jazz ni el charlestón, sino que ha ido buscando cosas. Ha ido buscando música, sin desdeñar, como le decía, lo anterior. Pero fui buscando otros horizontes musicales.

EEG: Por favor corríjame si estoy equivocado, pero tengo entendido que Ñico Rojas fue el autor del movimiento filin.

FEF: Ñico Rojas fue un fundador del filin. Uno de los primeros compositores fue él, fue José Antonio Méndez, César Portillo... Esos fueron verdaderas columnas del filin.

EEG: ¿Grabó usted algo durante esos años?

FEF: No, yo empecé a grabar mucho después. Grabé en el año ’55. Grabé con Arcaño cuatro arreglos que yo mismo hice. Grabé cuatro arreglos que yo mismo toqué, también. Esa fue ya mi primera grabación formal.

EEG: ¿Recuerda alguna grabación suya en los tiempos iniciales del filin que fuera catalogada como éxito?

FEF: No. Después sí. Grabé mucho después con José Antonio Méndez; hice tres elepés. Haciendo yo mismo los arreglos, también. Pero eso ya se remonta a los años sesenta y pico, setenta...

EEG: También tengo entendido que en 1958, Guillermo Barreto...

FEF: ¡Cómo no! El formó el Quinteto Instrumental de Música Moderna, que después se llamó "Los Amigos".

EEG: Dígame cómo fue que se creó ese grupo y algo de su historia.

FEF: Bueno, eso fue una cosa que nos condujo, de una manera muy espontánea, a hacer música cubana, incorporándole elementos del jazz. Y eso empezó en el lobby del Hotel "Saint John", allá en la Habana. Entonces nos conectamos con un aficionado a la grabación, que tenía un estudio magnífico — un abogado, un estudio muy nuevo. Entonces quisimos hacer un experimento, y de allí salieron nuestros dos primeros elepés. Es increíble, pero así fue.

EEG: ¿Existía alguien más en Cuba durante esos tiempos haciendo ese tipo de experimentos, de mezclas?

FEF: Estaba el grupo de Felipe Dulzaides. Surgieron distintos grupos el grupo de Samuel Telles, el grupo nuestro, y después surgió Irakere. En ese mismo "modus operandi" surgió Irakere y han surgido otros más.

EEG: ¿Qué tan exitosa fue la propuesta de ustedes en aquellos tiempos?

FEF: Bueno, le voy a dar una idea de cómo fue el éxito: los músicos se entusiasmaron por tocar con nosotros. Nosotros, a nuestra vez, pues deseosos de tocar con ellos. De ahí vino la necesidad de quitar la limitación esa de quinteto, y entonces Barreto dijo: "Bueno, vamos a llamarle ‘Los Amigos’, porque cualquier músico puede ser invitado a tocar con nosotros". Y por eso es que se llamó Los Amigos --- para convertir el quinteto en una agrupación abierta.

EEG: El grupo se originó en 1958, pero a través de los años siguió reviviéndose...

FEF: Siguió reviviendo, porque en el 58 también se creó El club Cubano de Jazz, donde iban muchos músicos norteamericanos a tocar con nosotros. Ellos iban a tocar gratis; solamente había que pagarles el pasaje. Iban un día a tocar con nosotros y después venían a trabajar (RISAS). Ellos los domingos que nosotros celebrábamos nuestras "jam-sessions" (descargas), muchas veces iban de Miami, terminaban de tocar con nosotros por la tarde, y luego iban a Miami a trabajar por la noche. Eso fue muy bonito.

EEG: ¿Cuánto tiempo duró esa actividad?

FEF: En el ’58 empezó el club Cubano de Jazz y duró hasta el año ’61-’62.

EEG: ¿Qué otros músicos cubanos conocidos tocaron con ustedes? ¿Tocó Bebo Valdés en alguna ocasión?

FEF: Sí. Chucho todavía estaba empezando, pero él iba mucho a los jam sessions a escuchar. Y tocó Walfredo De Los Reyes, con quien toqué hace pocos días en San Francisco. Tocó Papito Hernández, que desafortunadamente murió hace poco. Nosotros éramos los fijos, los que acompañábamos, los que tocábamos con todos los músicos invitados.

EEG: Me gustaría que nombrara los músicos originales de Los Amigos.

FEF: Gustavo Tamayo en el guiro, Tata Guines en la conga, Papito Hernández en el contrabajo, Guillermo Barreto en la batería, y yo en el piano. Después, cuando Papito se fue de Cuba, entró Cachaíto (Orlando López, sobrino de Cachao) con nosotros.

EEG: ¿Cuándo se terminó Los Amigos?

FEF: Se interrumpió el trabajo de Los Amigos al morir Barreto y al morir Gustavito Tamayo. Volvimos a hacer algunos trabajos substituyendo a Barreto por Changuito y Gustavo por Enrique Lasaga.

EEG: He notado que en sus grabaciones usted ha sido muy respetuoso de los maestros. Ha hecho discos en honor de Cervantes, Lecuona y Saumell. ¿A qué se debe eso? ¿Llegó a conocer a Lecuona?

FEF: Se debe a mi respeto y a mi devoción por la música clásica. A Lecuona lo conocí tangencialmente. Cervantes murió en 1905, cuando yo todavía no empezaba a nacer.

EEG: ¿Y el trabajo con Saumell?

FEF: Hice seis contradanzas en un disco que se llama "Danzas y danzones", pero si Dios me da salud porque ya la que me queda hay que cuidarla mucho, pienso hacer las contradanzas poquito a poco, allá en Cuba. Son 52 contradanzas que yo he tocado en recitales. Transcritas déjeme decirle ésto, que es muy importante por un gran músico cubano, pionero de las orquestas de jazz bands en Cuba, que se llama Armando Romeu González, que fue quien transcribió el concierto en Fa en Braille, que yo estrené con la orquesta sinfónica nacional el 5 de septiembre de 1964. Esa es una de las cosas que yo más recuerdo, que a mí me han tocado muy de cerca. Además, yo soy un amante de George Gershwin.

EEG: Leí por allí que el Sr. Romeu aprendió Braille para poder trabajar con usted.

FEF: ¡Oh! ¡Cómo no! ¡Maravillosamente! El era muy digo era, porque el pobrecito esta ya muy malito muy obsesivo / compulsivo en su trabajo, cuando se proponía una cosa. Incluso, en Cuba hubo una época en que quisieron que aprendiéramos ruso, y él me escribió los cursos de ruso que se daban por radio. El me transcribió en Braille los folletos para que yo estudiara ruso.

EEG: ¿Solamente para usted? Eso se llama ser un buen amigo.

FEF: Sí. ¡Hombre! ¡Hermano, más que amigo! Incluso en Japón coincidimos en una gira que se lanzó, que se llamó "Noche tropical".

EEG: Hábleme de Loquibambia, el otro grupo que me parece usted formó.

FEF: No, no, eso no lo formé yo. Ese grupo tiene una anécdota muy interesante. Ese era un grupo que ensayaba en la 1010, en el estudio de ensayo de la 1010, y lo dirigía José Antonio Méndez. Y yo escuchaba el grupo y realmente me gustó. Yo dije: "Ay, qué bien me gustaría formar parte del grupo". Y, un día, José Antonio se me acerca, muy tímidamente, y me dice: "Ven acá, mulato" --- porque nosotros nos decíamos unos a otros mulatos --- "¿A ti te gustaría tocar con nosotros?". Digo: "¡Si eso es lo que yo estaba deseando que me dijeran!" Y de allí entonces empecé a trabajar con ellos.

EEG: ¿Qué tipo de música tocaban?

FEF: Tocábamos canciones norteamericanas y canciones del filin, estilizadas como canciones americanas.

EEG: ¿Qué año estamos hablando?

FEF: Estamos hablando de los años ’46.

EEG: Eso fue entonces antes de Los Amigos. Tengo entendido que allí usted conoció a Omara Portuondo.

FEF: ¡Sí! ¡Ella empezó con el Conjunto Loquibambia también! Y también tengo el disco de Arcaño donde ella participa. Cuando ella vio ese disco, se echó a llorar. Son cosas de juventud, cosas que uno hizo.

EEG: ¿Qué otro nombre que nosotros podamos reconocer estaba en Loquibambia?

FEF: Estaba José Antonio Méndez. Los demás no llegaron a alcanzar nombre.

EEG: Ya que mencionamos a Omara Portuondo, ¿qué otra cantante — excluyendo a Celia Cruz, que parece estar corriendo sola, sin competencia — cree usted debió o debería o tenía potencial para alcanzar la fama que se merece?

FEF: Caridad Cuervo tuvo muchas cosas en las que realmente recordaba a Celia, pero infortunadamente murió de una manera prematura. Y esta muchacha, Hierrezuelo — creo que se llama Caridad, también — Caridad Hierrezuelo, es muy buena. Pero Celia ha alcanzado una fama tremenda; además Celia se ha impuesto a través de muchos años. Yo conocí a Celia, porque Celia era vecina nuestra en Santo Suárez. Yo conocí a Celia cuando ella comenzaba, y luego me encontré con ella en la 1010, también.

EEG: Ya que estamos con Celia, ¿llegó usted en algún momento a tocar con la Sonora Matancera?

FEF: Bueno, déjeme explicarle: Cuando yo trabajaba con mi orquesta en una estación que se llamaba radio CMBG, la Sonora tocaba antes que yo --- ellos no usaban piano en aquella época. Pero un buen día Rogelio Martínez --- yo entraba creo que a las cuatro; ellos tocaban de 3 a 4 -- me dice: "¿Tú querrías tocar, tú quisieras echar un número con nosotros?" Digo yo: "¡Cómo no!". Y entonces toqué con ellos ese día. Eso fue ocasional, desde luego (RISAS).

EEG: ¿Cuándo fue eso?

FEF: En el año  de 1934.

 

EEG: Hábleme sobre su relación con Antonio Maria Romeu, Ignacio Piñeiro y el Septeto Nacional.

FEF: Bueno, con Antonio Maria Romeu fue una relación a través de sus trasmisiones de radio, donde yo me veía imitarlo. Después, cuando tuve mi orquesta, que tuve un encuentro personal con él, él me invitó a tocar también con su orquesta en varias ocasiones. Me invitó a un programa que él tenía también en solitario, acompañado por el guiro. En fin, me dio una buena acogida. Con el Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro, le digo la misma anécdota de la Sonora Matancera: Nos encontramos en una emisora donde yo tocaba con mi orquesta, y me invitaron a tocar con el Septeto Nacional, que no usaba piano. Y ese día toqué con ellos.

EEG: He podido darme cuenta que usted tiene una fascinación por el danzón. ¿A qué se debe esto?

FEF: Fue mi primer género, el danzón. Fue mi primera vivencia musical en la práctica, aunque yo escuchaba otras cosas. Pero el danzón fue lo primero a lo que yo me dediqué, y lo cultivé con amor, realmente.

EEG: ¿Quiénes fueron sus influencias en el danzón?

FEF: Primero Antonio Maria Romeu, después Los López Los Hermanos López, Pedrito Hernández, que hicimos danzones más modernos, con otra perspectiva, con otra inclinación hacia el jazz, hacia la armonía de la música norteamericana. También la orquesta de Arcaño, con la que grabé.

EEG: ¿Cómo ve usted el futuro del danzón?

FEF: No sé. El danzón realmente es un género más bien de museo. No creo yo que el danzón tenga un rival como cuando realmente él imperaba. Pero sí hay que conservarlo. Yo creo que la cultura debe tener continuidad, no se puede uno desprender del pasado. No se puede uno desprender de nada. La cultura no puede renunciar a nada, tiene que continuar, pero, al continuar, no puede abandonar lo que ya se ha hecho.

 

EEG: También sé que la música clásica es su favorita. ¿No?

FEF: Sí. Ahí tengo que hablar de una persona a quien yo considero mi gran padre espiritual, que es el maestro César Pérez Sentenat. Con él estuve estudiando 14 años. Yo llegué a él, llevado por un alumno, que me dijo: "Yo quiero que mi maestro te oiga". Entonces, cuando yo me encuentro con él, él me dijo así: "Yo nunca he trabajado con personas ciegas. Ahora bien, yo voy a trabajar contigo tres meses. Si a los tres meses tú no me respondes a lo que yo quiero, voy a ser franco contigo y te lo voy a decir. Pero vamos a trabajar". Esto fue en diciembre del ’58. En junio del ’59 me presentó en mi primer recital de música clásica. Por lo visto la cosa fue bastante bien; él me acogió mucho, me abrió sus brazos. Yo, cuando él falleció, sufrí el mismo desgarramiento que se sufre cuando se pierde un ser querido.

EEG: ¿Qué género de música escucha actualmente?

FEF: Bueno, yo en mi casa estudio distintos compositores. Con público ya no me atrevo a hacerlo, porque ya no tengo tanta resistencia para estudiar como tenía antes. Pero yo he dado recitales, por ejemplo, con música de distintos autores; he tocado con orquestas sinfónicas en Cuba —o sea que he tenido inquietudes. He querido volar —no sé si he tenido alas suficientes para hacerlo—, pero por lo menos he tratado de volar un poco.

EEG: ¿Qué apoyo le da el gobierno cubano a su trabajo?

FEF: En todo. Debo decirlo sinceramente, sin ambages: el gobierno cubano me ha apoyado en todo. Eso es la realidad: en todo. Tanto es así que, bueno, yo pude tocar con orquestas sinfónicas, cuando hubo algunos criterios que, dudando de las posibilidades, me abrieron las puertas y me dijeron: "No, tú vas a tocar con la orquesta sinfónica". Y toqué con las orquestas sinfónicas. Así que no puedo quejarme, porque me ha apoyado en lo que para mí tiene más valor, que son las inquietudes, realmente, que uno acaricia.

EEG: Hábleme un poco del grupo en el que usted trabajó con Justi Barreto, José Méndez, Pepe Reyes y el gran Fellové.

FEF: ¡Ah! Bueno, eso es un grupo que yo tuve acompañando al cantante Pepe Reyes, que se llamaba "Los Modernistas". Allí estuvo José Antonio Méndez. Estuvo un muchacho que se llama Isauro, que creo que está en Miami, todavía. Pepe Reyes fue un gran amigo. No he sabido más de él, pero fue hermano para mí.

EEG: ¿Recuerda el año?

FEF: Eso fue en el año ’51.

EEG: ¿Cuál, considera usted, ha sido su periodo más productivo?

FEF: Depende del punto de vista, porque yo he cultivado distintas cosas. Yo pienso que los años — sino los más productivos, por lo menos los de mayores inquietudes, los de mayores afanes — fueron desde los años cincuenta y tanto en adelante, cuando ya yo abordé la música seria, cuando ya yo me interesé por estudiar profundamente los autores clásicos, románticos, impresionistas. Al menos si no fue un logro, fue un propósito muy elevado.

EEG: ¿Cuáles grupos de música tradicional cubana han sido sus favoritos a través de los años?

FEF: Yo le decía que yo no desdeño ninguna de esas cosas. Yo lo que hago es incorporar otras, pero yo sigo escuchando los grupos tradicionales. Cada vez que tengo la oportunidad de escuchar discos de el Sexteto Habanero, lo hago del Sexteto Bologna, del Sexteto Nacional, de las orquestas aquellas de mi época. Tanto es así, que yo los he recogido en un disco de danzones, danzones de distintas épocas. Es un disco que se llama "A tiempo de danzón". Allí he recogido danzones de distintas épocas, tratando de hacer con el mayor rigor y tomar esos danzones sin ponerle ni quitarle, sino haciéndolos cada uno en su época.

EEG: ¿Qué criterio utilizó para escoger los temas de ese disco?

FEF: Bueno, un criterio de cronología. Traté de situar distintas épocas, y de esas épocas utilizar un danzón que las representara, que las identificara. Hay danzones de autores de distintas épocas. Incluso de Jorrín, de Pedrito Hernández; de autores antiguos, como José Urfe y Armando Romeu. También hice un danzón recordando mi barrio, recordando mi infancia — un danzón muy añorante, casi autobiográfico, como digo yo en el libro del disco.

EEG: ¿Cuál de todas sus grabaciones es su favorita?

FEF: (Rápidamente) El de Cervantes. Eso siempre lo digo sin reservas de ninguna clase: Mi disco favorito es el que hice de Ignacio Cervantes.

EEG: ¿Por qué?

FEF: Porque allí es donde he sido más riguroso, es donde no he tenido la oportunidad de dar rienda suelta a mi improvisación, a mi creación, y he tenido que seguir un rigor extraordinario, porque Ignacio Cervantes es uno de nuestros clásicos, de los clásicos cubanos, a quien hay que tocar con el mayor rigor, con el mayor respeto de su mano de obra.

EEG: ¿A quién más pone usted en ese grupo?

FEF: También hice un tributo a Ernesto Lecuona, a quien yo admiro muchísimo. Armandito me hizo toda la música de ese disco en Braille.

EEG: ¿A qué pianista admira usted en el campo del jazz?

FEF: Bueno, hay un jazzista que, cuando yo lo escuché, hubiera querido no tocar más el piano. Se llamó Art Tatum. Si yo hubiera podido dejar de tocar el piano, lo hubiera hecho con gusto después de escucharlo a él. (RISAS)

EEG: ¿Y de los pianistas cubanos?

FEF: Hay muchos, hay muchos que me han impresionado mucho, mucho, mucho: Pedro Justiz (Peruchin), Lili Martínez, el mismo Rubén González —a quien yo quiero muchísimo, es un gran amigo mío, y me alegro tanto de sus triunfos, más que si hubieran sido míos. O sea que hay tantos pianistas a quien yo admiro.

EEG: Leí por allí que también le gusta Dave Brubeck.

FEF: ¡Sí, cómo no! Después de Art Tatum, me gustan muchos pianistas. Pero Art Tatum es un ídolo para mí. Yo creo que la huella de Art Tatum ningún pianista me la podrá borrar. Por ejemplo, Oscar Peterson, que es uno de los grandes pianistas de jazz que surgieron después, declara ser discípulo indirecto de Art Tatum. En un disco lo declara. Entonces él hizo la portada del último disco que grabó Art Tatum; creo que él hizo la literatura.

EEG: Bueno, vamos a adelantarnos un poco. Ya cuando pensábamos que todos los géneros afrocubanos se habían inventado, surge ahora la "timba". ¿Qué piensa usted de la timba?

FEF: Ayayay. Ahora sí me ha metido en honduras usted. Una cosa es inventar música y otra cosa es inventar palabras. Yo no sé todavía lo que es la timba. Se lo digo sinceramente. No, no, yo no sé lo que es la timba. Yo conozco la rumba, la guaracha, el danzón. Pero la timba yo no sé a qué responde. A mí se me arma una confusión completa con tanta nomenclatura que va surgiendo. A mí me parece que todo eso es obra del mercado. Usted le pone a un disco timba, y la gente sabe qué cosa es la timba —una cosa nueva. Y ya está vendiendo ese disco. Esa es la realidad.

EEG: ¿Cree usted que la música tradicional cubana esté desapareciendo o se esté diluyendo con las nuevas generaciones?

FEF: No. Yo creo mucho en la pirámide la ley de la pirámide: Cuando usted llega a la cúspide, regresa a la base. Yo creo mucho en eso. Por lo menos creo que es una imagen bastante representativa de las cosas como yo las veo.

EEG: Usted ha trabajado en varias ocasiones y grabado algunos álbumes con Jane Bunnett. ¿Cómo comenzó esa colaboración?

FEF: A través de Guillermo Barreto, en un disco que se hizo, que se llama "Espíritus de la Habana". Ellos me habían escuchado en uno de los festivales de jazz, y Barreto me acercó a ellos, y entonces hicimos el primer disco. Después me llevaron a Canadá y Jane y el esposo me tienen un cariño entrañable. Yo, lógicamente, les correspondo. Además, Jane Bunnett es una cubana tocando el saxofón. Es una cubana tocando es una cubana.

EEG: El también pianista cubano, Hilario Durán, ha participado en esos trabajos.

FEF: Hilario está trabajando con ellos regularmente. Hilario es un muchacho que realmente es un valor.

EEG: ¿Fue usted parte de la formación de algunos de los pianistas populares en estos tiempos?

FEF: No, ellos están en lo suyo propio. Como el mismo Emiliano Salvador, que desgraciadamente lo perdimos. Como el mismo Hernán López-Nussa, que es tan gentil, que a veces me trata como maestro y no creo que tenga ningún motivo, porque él tiene su maestría propia. Esas son gentilezas que uno recibe, que siempre halagan, pero que yo realmente las acepto como tales cosas.

EEG: Y Roberto, el hijo de Bobby Carcasses...

FEF: ¡Sí, también! Yo he tocado con el hijo de Bobby, ¡cómo no! Bobby es muy amigo mío.

EEG: OK. Vamos a hablar un poco de sus grabaciones. Comenzamos con "Algo Bueno".

FEF: Bueno, eso es un híbrido que se ha hecho con dos elepés que nosotros hicimos en La Habana, pero ellos lo atribuyen al mismo grupo. Y hay un número tomado de un elepé que se llamó "Pianoforte", y ellos han mezclado con una despreocupación tan comercial como inescrupulosa esos dos elepés y los han dado como un solo disco.

EEG: Hábleme de su colaboración con Arcaño.

FEF: Nosotros hicimos cuatro números en que yo hice el arreglo y además los toqué. Esos números son: "Rico Melao", "El Jamaiquino", "La circunstancia", y "Mulatica revoltosa". Déjeme decirle que en estos números canta Omara Portuondo.

EEG: ¿Qué me puede decir de el disco "Tributo a Ernesto Lecuona"?

FEF: Bueno, este disco yo lo hice con el propósito de recoger un panorama breve —porque ese disco es un solo disco compacto —de la obra de Lecuona, porque yo no puedo hacer lo que han hecho otros, que han hecho algo más amplio. Pero yo recogí, por ejemplo, las "6 Danzas Afrocubanas", recogí "4 Danzas cubanas", la "Suite Andalucía" completa, "3 Miniaturas", "2 Piezas Características", la "Mazurca en Glizado" —que es una pieza de estilo --, y un vals, que se llama "Vals de Las Sombras". Eso es lo que yo he recogido en ese disco.

EEG: Un disco muy popular suyo lo fue "Barbarísimo".

FEF: ¡Ah, sí! Eso lo hice con Maraca y otros.

EEG: Allí aparece una versión actualizada de su famoso "Gandinga, Mondongo y Sandunga". ¿Cuándo grabó usted la versión original de este tema?

FEF: Eso lo grabé en el año ’63 en La Habana. Eso salió en un disco que se llamó "Jazz 6 p.m.". Lo hice con el quinteto. Ese número ha sido grabado muchas veces. Por ejemplo, Jane [Bunnett] lo grabó en su disco conmigo. Lo grabé yo dos o tres veces con Los Amigos. Lo grabó Juan De Marcos González.

EEG: ¿Cuántos discos sacaron Los Amigos?

FEF: Como tres o cuatro.

EEG: Aquí en mis manos tengo un disco que no conocía de Los Amigos, llamado "Instrumentales cubanos", en donde aparece el tema "Scheherezada", que también está incluido en una versión más reciente en "Barbarísimo". ¿Cuándo lo grabó por primera vez?

FEF: Eso lo hicimos para un disco de ’45. Esta fue la segunda, que la hicimos en el año ’63. Ese es el "Jazz 6 p.m." en donde se hizo.

EEG: Bueno, me parece que usted ha cubierto casi todo el espectro musical. ¿Qué le gustaría hacer que no ha hecho musicalmente?

FEF: Lo que no puedo hacer. Me gustaría tocar Chopin, Rachmaninoff — muchas cosas. Pero ya no lo puedo hacer, a pesar de que en Braille tengo mucha música -- mucha, mucha, música. Pero ya no puedo hacer esas cosas.

EEG: Debe ser muy difícil...

FEF: No hay la misma resistencia, mi amigo. Para tocar una obra de esas hay que estudiar, hay que pasarse estudiando 5 o 6 horas diarias.

EEG: ¿Usted todavía practica diariamente? ¿Sigue algún régimen?

FEF: Sí, pero no tanto como antes. No tengo régimen en si.

EEG: Bueno creo que ya el mundo tiene una mejor idea de quién es Frank Emilio Flynn. ¿Quiere agregar algo más antes de pasarle la batuta a Kathy?

FEF: No sé. Lo que a usted se le ocurra. Además he tocado ocasionalmente con muchos grupos y con muchos músicos; pero eso es muy difícil de recordar.

EEG: Bueno, mi hermano, creo que ahora le toca hablar a su prima. Ella sería la parte que falta del rompecabezas para explicar cómo llegó Frank Emilio Flynn a Los Angeles, California. (Frank procede a llamar a su prima norteamericana, Kathy Flynn, a quien cariñosamente apodó "Katica". Le dice: "Katica, te tocó, te tocó")

EEG: Kathy, la historia de cómo se reunieron Frank y usted tiene características de proporciones épicas, de las cuales se puede hacer una película. Me gustaría si por favor no relata cómo sucedió su encuentro.

KATHY FLYNN (KF): (Kathy procede a hablarnos en español, el cual habla casi fluidamente, pero sin un marcado acento. Debo también mencionar que Frank habla el inglés de la misma manera.)

Parece que la historia comenzó hace como 18 años. Yo regresé a la escuela para estudiar, para ser consejera. Estaba trabajando en San Bernardino, California, en un barrio latino. Aprendí español — yo tuve una pasión para entrar a la comunidad latina. Fui presidenta de un club de cubanas en San Bernardino; por eso salí un año fuera del país, para conocer más Latinoamérica, para conocer las escuelas de donde venían los estudiantes.

Yo quiero recordar qué cosa comenzó esta búsqueda de Frank Emilio, porque había un hilo pequeño sobre un primo ciego que toca piano en Cuba. Eso lo recordaba de mi adolescencia, de mi padre. Nadie preguntaba quién era, porqué teníamos primos en Cuba — nada. Lo tenía en el subconsciente.

Cuando yo estaba arreglando mis papeles para pasar mucho tiempo en México — yo estuve en el consulado de México en San Bernardino —, una amiga mía que visitó Cuba estaba en su oficina hablando por teléfono. Al decir Cuba, ella me dice: "¿Cuba? Podemos ir allá". Yo había estado en el Ecuador, Brazil, Perú — pasé mucho tiempo en México. Yo compré un boleto en noviembre del ’95 para ir a Cuba, pero después yo pensé:"Ay, mejor no debo ir, porque no tengo licencia y estoy en tiempo escolar". Así que cancelé ese viaje y regresé a los Estados Unidos.

 Mas tarde ese año regresé otra vez a México, y compré un boleto para Cuba. Pasé algunos días en Habana y pensé que Cuba era un lugar muy atractivo para vacaciones. Regresé a Los Angeles pensando que posiblemente nunca más regresaba a Cuba. Pero yo intercambié direcciones con unas personas, y le escribí a un médico y una maestra. La maestra siempre estaba preguntando por dinero, así que dejé de escribirle después de un tiempo.

 Pero regresé una segunda vez a Cuba para conocer la familia del médico, en Bahía Honda, y el padre del médico es historiador, escritor para el gobierno. Y él dijo que si tenía interés en mi primo [Frank Emilio], que podía preguntar en hoteles viejos, cerca de La Habana vieja.

 En agosto del ’99, durante mi tercer viaje, yo fui con una amiga de San Bernardino, y le dije: "OK, cuando llegamos, me voy sola para mi búsqueda". Ella dijo: "Oh, sí, está bien". Así que cuando ella estaba haciendo planes para nuestras giras, yo podía buscar y preguntar. El médico le preguntó a la pianista del Hotel Inglaterra e, inmediatamente, ella supo quién era Frank Emilio. ¡Oh!, una parte que no mencioné: Antes del ’99, en octubre del ’98, fui a Massachussets para conocer a una tía. Yo le pregunté sobre el padre de Frank Emilio. Ella me dijo que su padre vivió con ellos y murió en Nueva York.

Así que en Hotel Inglaterra en Cuba, la pianista nos dijo: "¡Oh, sí, todo el mundo conoce a Frank Emilio! Es muy fácil encontrarlo". Rolando (el médico) y yo tomamos dos días para encontrar alguien que conociera dónde vive la familia, o alguien que tuviera el número de teléfono. El [Frank] estaba en España con su nieta, así que yo no podía verlo. La familia me dijo la historia de que él era huérfano; ellos no querían avisarle, porque es muy emocional para él. Así que no le avisaron hasta que regresó a Cuba. Yo conocí a su hijo y su nieto.

FEF: Si, yo estaba en España cuando ella fue a mi casa. Yo estaba en España visitando a una nieta que tengo allá, en Zaragoza. Entonces yo volví a España después que hice unos trabajos en Alemania, y ella fue allá a España y estuvo conmigo una semana.

EEG: ¿Y cómo fue ese glorioso encuentro?

FEF: ¡Oh, imagínese usted! (RISAS) El encuentro con todos los primos fue tal que...Yo me encuentro primero con ella en España. Después en Nueva York me encontré con los primos, con los hermanos, con los hijos, con toda la familia, y entonces eso me provocó un estado emotivo que me creó dificultad al tocar, porque me sentí muy impresionado.

KF: Pero, para España, yo volé un 25 de noviembre. Siempre yo digo que, cuando ellos encontraron a Elián [González], yo estaba encontrando a otro niño perdido. (RISAS) Fueron como nueve horas en avión, y después yo renté un carro....

FEF: Ella fue manejando desde Madrid hasta Zaragoza.

EEG: Entonces tuvieron la reunión grande en el concierto del Lincoln Center. ¿Fue toda la familia?

KF: Su hijo nos dijo que no pudieron encontrar a muchos. Pero después de terminado los conciertos, fuimos a la casa de mi hermana en Long Island, donde tuvo una fiesta grande. Mis tres hijas volaron desde Los Angeles y llegaron directamente a la sala cuando él estaba tocando.

EEG: ¿Desde cuándo está Frank aquí en California?

KF: Desde febrero 17, 2001, pero el encuentro fue en enero del 2000. Yo fui a Cuba dos veces más después: en abril y octubre. Yo encontré papeles que prueban que su padre nació acá (USA), para poder obtener la ciudadanía. Pero después de algunos meses él decidió quedarse con su ciudadanía cubana.

EEG: ¿Se siente usted cubana, Kathy?

KF: Es interesante. Soy americana tengo raíces irlandesas, es parte de mi cultura. Pero siento una afinidad, una conexión muy grande con el barrio latino.

De esta manera, lamentablemente, tuvimos que acabar la entrevista. Ya se estaba haciendo tarde y Frank Emilio tenía que descansar. De todas maneras, él nos dio una buena idea de lo que ha sido su vida y el tesoro que humildemente nos ha dejado.

 

 

DISCOGRAFÍA DE FRANK EMILIO FLYNN (Cortesía de Kathy Flynn):

  1. Frank Emilio Interpreta a Ignacio Cervantes. Magada Intl, 2000
  2. Ancestral Reflections. Blue Note, 1999
  3. Cuban Revolution Jazz (con otros artistas). Milán, 1999
  4. Roots of Buena Vista (con otros artistas). Magada Intl., 1999
  5. A Tiempo de Danzón. Milán, 2000; 1998
  6. A Tribute to Lecuona. Milán, 1997
  7. Barbarísimo. Milán, 1996
  8. Antología de Música Cubana. ANS Records, 1995
  9. The Cuban All Stars "Pasaporte" ENFA
  10. The Cuban Piano Masters (con Jane Bunnett y otros) EMI
  11. Spirit of Havana (con Jane Bunnett y otros)
  12. Piano con Yunfa. Egrem
  13. Abanicos y Vitrales. Egrem
  14. Instrumentales Cubanos "Los Amigos". Egrem

Discos de larga duración (elepés):

  1. Rico Melao. Egrem
  2. Jazz 6 P.M. Egrem
  3. Pianoforte. Egrem
  4. Tropicana, Volúmenes 1, 2,3. (Quinteto Instrumental de Música Moderna) Egrem
  5. Danzas Cubanas. Egrem
  6. Paisajes de España. DuArte
  7. La Flauta en el Danzón. Egrem
  8. Frank Emilio Presenta a Frank Emilio. Egrem

 

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