La verdadera historia del caballo pelotero

Un chiste de Yoyo Boing inspiró a Bobby Capó y el tema le ha dado la vuelta al mundo

 

 

Béisbol romántico. En un vacilón entre peloteros, José Enrique Montalvo (izquierda) le sirve de pareja al exlanzador de Santurce, Rubén ‘El Divino Loco’ Gómez. Observa al fondo, muerto de la risa, el cantante y compositor Bobby Capó

 

 

 

Por Joel Ortiz Rivera

joel.ortiz@elnuevodia.com

Tomado del periódico El Nuevo Día

 

Días como este, cuando ya octubre nos arropa en el último trimestre del año, nos recuerdan a algunos lo mucho que se entrelazan el deporte y la cultura e idiosincrasia puertorriqueña.

Es que son días de béisbol, y no solo los equipos caribeños se preparan en esta época para participar en sus respectivas ligas invernales, sino que comienza la postemporada de las Grandes Ligas, que tantos boricuas siguen, y en el 2012 los Yankees de Nueva York vuelven a estar activos en pelota de otoño, ya que adelantaron a los playoffs.

De hecho, hace más de medio siglo, un jibarito de Coamo de nombre Félix Manuel Rodríguez Capó quien luego cobró renombre internacional al adoptar el nombre artístico Bobby Capó mencionó a los Mulos del Bronx en uno de los temas más recordados de la cultura popular boricua: El Caballo Pelotero.

 

Grabado y popularizado por otra institución puertorriqueña, El Gran Combo, el tema de Capó relata la historia de un equino bayo que jugaba béisbol, y cómo los Yankees, que perdían 3-0 ante el Chicago en las postrimerías de un partido, colocan al caballo en la caja de bateo con las bases llenas.

“Y la bola se va y se va y se va y se va...”

El tono humorístico de la historia relata que tras el cuadrangular del caballo todos los corredores anotan pero el animal se queda plantado frente al ‘home plate’ y, ante los gritos del dirigente para que corriera y marcara lo que sería la carrera triunfal, el animal replica: “si yo corriera, estaría en el hipódromo”.

“Es curioso, pero eso salió de un chiste que le hizo Yoyo Boing a mi padre en Nueva York. Mi papá utilizó el chiste como ‘pie forzado’ para escribir la canción y fueron varias las que escribió así”, recordó la cantante Jackeline Capó, hija del fenecido compositor.

Esta relató que el béisbol llegó a Capó mediante el matrimonio, ya que la familia de su primera esposa, Irma Nydia Vázquez, era una en que “el béisbol era desayuno, almuerzo y cena”.

Incluso, Jackeline resaltó que su abuelo materno, Pedro Vázquez, fue cronista deportivo y luego escucha para los Medias Rojas de Boston.

Un chiste de Yoyo Boing

El comediante, locutor y animador Yoyo Boing, cuyo nombre de pila es Luis Antonio Rivera, recordó que para la época, que situó a fines de la década de los 50, Paquito Cordero y él presentaban en el Teatro Puerto Rico, del Bronx neoyorquino, un espectáculo en el que realizaban una rutina de chistes, en medio de una histórica época de emigración puertorriqueña a la Gran Manzana.

“Y el caballo pelotero era parte de esa rutina, al igual que el negro bembón. Eran chistes viejos que yo le decía a Paquito (Cordero)”, rememoró el humacaeño. “Una noche, Bobby estaba viendo el show, y cuando terminó, Paquito, Bobby, Tommy Muñiz y yo nos fuimos a una cafetería a la que siempre íbamos y que estaba cerca del hotel en Manhattan. Eran como las 11:00 p.m. ya y Bobby me dice: ‘Caramba...esos chistes que tú haces...hay dos que me gustan: el del negro bembón y el del caballo pelotero. Le voy a poner música a eso”.

Dicho y hecho.

Según Boing, al entrar a la cafetería, el robusto talento de Capó despertó y allí mismo comenzó a tararear la melodía y a escribir la letra junto con algunos acordes, todo sobre servilletas, con las cuales luego llegó a Puerto Rico para completar el trabajo elaborando las partituras.

Trabajó las dos canciones -El Caballo Pelotero y El Negro Bembón- y luego buscó a quién ofrecérselas para que las grabara.

“El Negro Bembón se la llevó a Cortijo y su Combo, y el Caballo Pelotero la hizo El Gran Combo, y fueron éxitos grandísimos. Quién diría que dos chistes serían éxitos tan grandes que aún hoy la gente los recuerda”, expresó Boing, quien es un gran aficionado del béisbol.

Por historias como esa, y por muchas más, es esta una gran época del año.

 

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