Alfarona X

Una entrevista al director musical Luis Cruz

 

 

Por. Max Salazar

Latin Beat Magazine, Feb, 2004

Tradución Israel Sánchez Coll

Miembro fundador de Herencia Latina

 

Durante la primera semana de agosto de 1945, nueve músicos abordaron el SS Fairfax en San Juan, Puerto Rico y se dirigieron hacia la ciudad de Nueva York. Después de un viaje de cuatro días, el grupo, Alfarona X, se convirtió en el primer conjunto de trompetas de Puerto Rico en Nueva York. Su director musical, Luis Cruz, un guitarrista y vocalista, nació el 27 de agosto de 1915, en Naguabo, Puerto Rico. Su padre, Tiburcio, era capataz de las plantaciones de azúcar y guitarrista que cantaba aguinaldos, seis chorreaos y mapayes durante la temporada de Navidad. Para este momento, la música jíbara fue la forma más popular y difundida de la música puertorriqueña.

En 1930, Cruz se mudó a Santurce a vivir con un hermano mayor. A los 22 años, comenzó a escribir poesías y aprendió a tocar la guitarra. «Me interesé por la música», dijo Cruz, «por escuchar la radio todos los días. Me conmovió la música de grupos como el Septeto Nacional de Cuba y la Casino de la Playa». Muchos músicos puertorriqueños fueron influenciados por la música cubana. Las grabaciones de Antonio Arcaño y de Arsenio Rodríguez fueron de gran influencia para las orquestas de Puerto Rico. Babalú una pieza grabada por Miguelito Valdés fue un bocado en Puerto Rico.

«En 1939, Valdés vino a Puerto Rico con la Casino De La Playa y se presentaron en el Teatro Tapia de San Juan. En el mismo espectáculo actuó el Conjunto Capacetti, yo toqué la guitarra y canté. La mitad de las canciones yo las que compuse, y si tocamos diez canciones, seis de ellas eran mías. La mayoría de compositores cubanos establecidos en Nueva York escribieron las pruebas de las canciones. Durante los años 40, las grabaciones más populares fueron de Xavier Cugat, Conjunto Caney, La Siboney de Alberto Iznaga, Augusto Coen, Miguelito Valdés, José Butler Montecinos, Polito Galíndez, Machito y Noro Morales. Muchos de los  grupos de Puerto Rico incluyeron en su música parte del  repertorio de estas grandes bandas.»

Una tarde, mientras el Conjunto Capacetti estaba programado para actuar en la localidad de Quintana [en Hato Rey], Cruz se enamoró y se casó semanas más tarde. Antes de que finalizara el año, nació su hijo, Luis Jr.   En 1936, el Septeto Puerto Rico fue la banda más popular en la isla. Trabajaban todos los días de la semana, se escucharon en la radio y siempre participaron en muchos bailes.

«En 1936», recordó Cruz, «no hubo un concurso en el que cerca de 50 grupos compitieran por el título de 'La Orquesta más Popular del Año' en el Teatro Tapia». Los finalistas fueron el Septeto Puerto Rico y el Conjunto Capacetti, el ganador fue juzgado por el aplauso más fuerte. Capacetti recibió el aplauso más fuerte de la audiencia por lo que el manejador del Septeto convenció a los jueces para declarar a los dos grupos como ganadores y así dividir la suma del efectivo. «En ese momento yo ya había escrito cerca de 100 canciones.»

«En 1940, dejé Capacetti porque no había disciplina de grupo, no se hacían ensayos y los integrantes siempre llegaban tarde al trabajo. El Conjunto Capacetti ganaba $ 25 por baile y cada músico recibía $3.50. Los músicos tenían que aceptar lo que se les pagaba, no existía la Unión de Músicos hasta la fecha. Decidí formar un grupo con un nombre nada usual, para que los bailarines se acordaran. Escribí varios nombres en un pedazo de papel y seleccione "ALFARONA."  En si mismo no significaba nada, por lo que añadí una X después del mismo. Alfarona X fue fundada en 1941, yo quería tener buenos músicos como acompañantes, pero no deseaba tomarlos de otras bandas. Busqué músicos principiantes con talento además aquellos que estuvieran retirados pero con experiencia. El conjunto fue compuesto por siete personas: Pucho Márquez (trompeta), Rafael Rodríguez (clarinete), Obaldo de los Santos (tres), Rubén Maldonado (bajo), Juan Andino (conga), Felo Marzo (bongó) y yo que cantaba y tocaba la guitarra. Un mes más tarde añadí una segunda trompeta.»

El grupo de Cruz actúo en el Hipódromo el 7 de diciembre de 1941, cuando comenzaba la Segunda Guerra Mundial. La banda los atrapó hasta el cansancio con sus rumbas, los afro-sones, guarachas y danzones —lo que hoy sería la salsa de antaño. La demanda por X aumentó; actuaron en todas las bases militares de Borinquen. X ganaba $ 75 por baile y grababan 20 canciones que sólo los soldados podían comprar. Las salas de baile y los clubes crecían por toda la isla. Los ritmos cubanos de moda atrajeron a los bailarines. Aunque nunca X grabó para el mercado comercial de Puerto Rico, eran tan populares que trabajaban los viernes, sábados y domingos. Para complementar sus ingresos de músico, Cruz trabajaba como carpintero. Cada pueblo en Puerto Rico tenía una banda y cuando a ellos los programaban para tocar en otro pueblo, los bailarines los seguían para apoyarlos. La totalidad de la población de Puerto Rico gozaba de sus ensayos y bailes.

Después que la Segunda Guerra Mundial terminó en 1945, las bases militares fueron cerradas y el empleo para los músicos comenzó a escasear. Gregorio "Goyito" Rosario, un empresario de la música latina en la ciudad de Nueva York —también conocido como "El Gallego"—, convenció a Cruz para que reubicara su orquesta en Nueva York. X fue popular entre los nuyoricas que estuvieron estacionados en Puerto Rico.

«Fue en agosto de 1945», dijo Cruz, «cuando llegamos a Nueva York. Las estrellas de la música latina de Nueva York eran las orquestas de Noro Morales, Machito, Marcelino Guerra, Polito Galíndez, y José Curbelo. La Unión de Músico, el Local # 802, se negó a emitir nuestra tarjeta, porque teníamos que cumplir con un requisito de residencia de seis meses. No teníamos dinero, por lo menos en Puerto Rico teníamos trabajo todos los días, pero aquí la cosa estaba mala. El talentoso agente Federico Pagani se me acercó y me dijo que podía conseguirnos trabajo, yo rechacé la oferta, pues, tenía un compromiso con Goyito». Dos meses más tarde, X actúo en el salón de baile Park Palace ubicado en la 110 y la 5ta Avenida, estaba en la misma oferta bailable con la orquesta de José Budet Montecinos [José Budet y sus Tropicales]. En medio de los sets, X también tocaba en el Casino Goldeu que quedaba justo debajo del Park Palace. Al final de la noche, cada músico recibió $4. X estaba trabajando sólo los fines de semana, así que a veces no tenía nada que hacer, el dinero lo ahorraba para cubrir mis gastos. A las pocas semanas Goyito me consiguió un trabajo como estibador, pero era por pocas semanas».

«En 1946, X grabó 16 canciones para el sello Decca. Echaba de menos a mi esposa y a mi hijo. Yo vivía en un apartamento con una sola habitación, los contratos musicales eran difíciles de conseguir y yo no podía confiar en el trabajo de estibador. En 1948, volví al grupo de Rafael Castro y regresé a Puerto Rico para un empleo estable. Formé otra banda, La Marianaxi, y trabajaba durante el día como carpintero».

El desempleo fue la principal razón por la que Cruz regresó a Nueva York a finales de 1949, fueron pocos los músicos latinos que ganaban el triple de dinero que se paga en Puerto Rico. Cruz reorganizó a X y actuaba como guitarrista y vocalista. Con X, realizó conciertos en las iglesias, en los clubes, en los salones de baile, en el “Odd Fellows Temple” (ubicado en la Calle 106 del Harlem Hispano) y en el salón de baile Palladium. En 1954, una encuesta en la revista "Teatro", incluyó a Tito Rodríguez, Alfarona X, Los Panchos y el Conjunto de Mario Cora como los artistas más populares de la música latina en Nueva York. Cruz revivió el Conjunto Marianaxi y grabó para el sello Seeco. Durante el día trabajaba como carpintero. "

El 11 de septiembre de 1978, Luis Cruz y su señora, residían en el 1850 de la Lafayette Avenue, en el Bronx, NY, él finalizó nuestra entrevista [para este tiempo] con la siguiente declaración: «Yo nunca me retiró de la música. Yo me especialicé en la música de los clubes sociales, hoy los clubes son grandes salones de baile». En la actualidad, está trabajando con el Conjunto Marianaxi en los clubes pequeños. «No queremos tener nada que interfiera con nuestro trabajo por el día, la música me ha hecho un hombre feliz. Soy un hombre felizmente casado, amo a mi esposa y quiero mucho a mis niños. No me arrepiento ser músico. Tuve que tratar con los engaños, con las promesas incumplidas y con las mentiras. Yo estaba desesperado por trabajar, así que me fui. Estoy lleno de orgullo de mi hijo Luis Jr., porque yo nunca esperaba que fuera el pianista que es. Él aparece como pianista en el tema Cocinando, el cual fue arreglado para Ray, y esta en el LP  de 1972 del sello Fania, "Que Viva La Música". La música es una parte importante de la vida, los músicos son también profesionales y deben ser respetados como los otros profesionales, como los médicos y los abogados. "

(Según una encuesta de 1980 de la revista  Latín New York Magazine, Cocinando de Barretto y Puerto Rico de Eddie Palmieri fueron las grabaciones más populares de la década de 1970)

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